Eligio Salas, un luchador incansable
Por Reynaldo Eleazar Rivera Escudero
Han transcurrido diez años de la partida de Eligio Salas. Fue prematura su desaparición. Todavía este gran intelectual podía aportar mucho al país, en especial a las futuras generaciones. Fue un revolucionario permanente desde su adolescencia. Idealista por vocación y principios. Luchador inclaudicable contra la oligarquía y el imperialismo yankee.
Eligio descolló como patriota ejemplar, empeñado en terminar el colonialismo en nuestra patria e incansable militante de la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP) y la Unión de Estudiantes Universitarios (UEU), de la que fue su presidente y supo enfrentar con inteligencia y valor la agresión norteamericana el 9 de Enero de 1964.
Asimismo, fue fundador del Frente de Reforma Universitaria (FRU). Se desempeñó como magistrado de la Corte Suprema de Justicia y Rector de la Universidad de Panamá. Orador fecundo y poeta en silencio, humanista. Es recordado como fundador y dirigente del Partido Revolucionario Democrático, admirador y defensor de la revolución cubana y amigo del Dr. Fidel Castro Ruz.
Eligio fue un torrijista leal, hombre de origen humilde y honesto, que no se aprovechó de sus cargos públicos para enriquecerse. Sobre todo, fue padre y esposo ejemplar y leal amigo. Su recuerdo motiva a muchos de sus compañeros de lucha a continuar adelante. En su memoria vale recordar una de sus frases de lucha: “un solo territorio, una sola bandera”.
