Por David Carrasco
Tras cumplirse en octubre de 2018 cinco décadas del inicio del proceso revolucionario encabezado por el general Omar Torrijos, varios panameños que vivieron esos acontecimientos destacaron en entrevista con Bayano digital la figura del jefe militar que emprendió la transformación social del país, la recuperación del Canal de Panamá y el desmantelamiento de bases extranjeras.
El poeta y escritor Manuel Orestes Nieto manifestó en un acto solemne realizado ante el Mausoleo de Omar Torrijos, en el área de Amador, en la entrada del canal interoceánico, que “Omar cambió la historia del país”. Recordó que la juventud progresista en las filas castrenses cerró filas en el golpe de Estado el 11 de octubre de 1968, en medio de una insostenible crisis nacional en un país a la deriva, dominado por cúpulas oligárquicas.
A diferencia de sangrientos golpes de Estado registrados en Latinoamérica, la toma del poder en Panamá por los militares no tuvo las características de un acto brutal, reflexionó Nieto. Adujo que el coraje de hombres de uniforme visionarios marcó el “proceso nacional revolucionario que derivó en las negociaciones de los tratados relativos al Canal, para que Panamá pudiese recuperar su principal recurso, desarticular el enclave colonial en su territorio y obtener la real independencia del país.
“Torrijos lanzó un extraordinario programa social de reivindicaciones populares participativas contra la miseria y la pobreza. Por ello, vemos con dolor que al general Torrijos se le ataque con infundios y epítetos”, reseñó el intelectual.
Por su parte, la jurista Olga Golcher, ex ministra de Gobierno y Justicia, comentó que una de las mayores contribuciones de Torrijos fue su apuesta por la Educación y la lucha contra el analfabetismo y la pobreza. Sostuvo que el jefe militar encabezó un proyecto de reforma educativa transformadora, que fue saboteado por grupos recalcitrantes responsables de la crisis sistémica actual. Al respecto, opinó que “Omar estaba en el camino correcto de la Educación para alcanzar el desarrollo nacional”.
Golcher puntualizó que “Torrijos multiplicó las escuelas y creo numerosos centros de Salud, que hoy están abandonados y tienen otros nombres”, mientras que los enormes déficits nacionales revelan la necesidad de “volver al método torrijista, estar al lado de la gente, sin distingos de raza, sexo, o partido político”, en procura de equidad social, dignidad y posibilidades de desarrollo para la población panameña.
La ex ministra deploró que las áreas revertidas en la antigua Zona del Canal hayan sido convertidas en botín político, y que sean operadas allí escuelas privadas sin la presencia de centros educativos públicos. Añadió que el único plantel estatal en esa área, el Instituto Bolívar, será cerrado por órdenes oficiales, lo que contradice el principio de mayor uso colectivo posible visualizado por Torrijos tras la firma de los tratados canaleros.
A su vez, el abogado, docente y mediador Luis Carlos Samudio, quien fue jefe de escoltas del general Torrijos, afirmó que la juventud militar desempeñó un importante papel en la integración territorial del país, sobre la base de una “estrategia pacífica” que concitó el respaldo mundial a la causa panameña. “El general Torrijos dio al mundo una gran lección histórica de astucia, perseverancia e integridad”, rememoró.
Samudio resaltó que Torrijos diseño una estrategia social, que se tradujo en un Código de Trabajo avanzado que reconoció los derechos de los obreros, así como un Poder Popular con representación de las comunidades de todo el país, elegidas en forma democrática, lo que dinamizó las relaciones políticas al margen de las desgastadas estructuras clientelistas.
Subrayó que en la década de 1970 Torrijos recibió un pedido del presidente de Estados Unidos, James Carter, para negociar con Cuba la liberación de dos barcos de bandera panameña con tripulación estadounidense retenidos por su ingreso no autorizado a aguas jurisdiccionales cubanas. De hecho, Samudio integró la delegación de este país que se entrevistó con el jefe de gobierno cubano, Fidel Castro, quien admiraba a Torrijos y accedió al pedido de liberar a esas naves y a sus tripulantes.
Samudio sostuvo que Torrijos coadyuvó a los procesos de paz en Centroamérica y llevó la causa de los panameños al Movimiento de Países No Alineados, donde concitó respaldo internacional para la firma de los tratados canaleros. No obstante, criticó a quienes hoy intentan opacar el ejemplo de lucha del jefe militar, artífice de la recuperación de la soberanía de Panamá sobre su territorio y la desaparición de la llamada “quinta frontera” en un territorio segregado durante casi 100 años.
