El Estado Islámico, amenaza global
Por Mgtr. Severino Mejía
La aparición del Estado Islámico no fue por combustión espontánea. Hay que remontarnos a Túnez en diciembre del 2010, cuando un vendedor ambulante, Mohamed Bouazizi, se inmola al estilo bonzo, como protesta frente al Ayuntamiento de la ciudad de Sidi Bouzid , porque nadie atendía sus quejas por el abuso policial de que era objeto. Esta fue la chispa que encendió y dio origen a lo que se conoce como la primavera árabe y que, como un Tsunami, llego a Egipto y a Libia, provocando la caída de sus dirigentes tiránicos, Hosni Mubarak y Muhammad Gaddafi .
La invasión de Irak y la posterior caída de Sadam Hussein es, a nuestro juicio, como otros análisis así lo sustentan, la acción que propició el surgimiento de esta organización terrorista que de alguna manera ha desplazado a AL QAEDA, que no deja de ser peligrosa todavía. Abu Bakr –Al- Baghdadi, su líder, se proclama como CALIFA de todos los Musulmanes, creando lo que se conoce como el Estado Islámico o DAESH como lo conoce Occidente, término que causa ira a sus integrantes cuando son denominados de tal forma. Hoy día, el Estado Islámico está formado entre 30 a 50 mil combatientes y dentro de él, un sinnúmero de extranjeros provenientes de Europa y los Estados Unidos.
En este análisis, no se puede soslayar los acontecimientos de Siria, que fue el campo fértil para la expansión de este grupo que hoy controla parte del territorio Iraquí y de Siria propiamente dicho. La primavera árabe se extiende a Siria, quien dentro de la región, permaneció tranquila, hasta que surge una oposición que se enfrenta a Bashar al Asad, y que hoy es apoyada por los Estados Unidos, Arabia Saudita y otros países de la coalición empeñada en los ataques aéreos contra ISI mientras que Siria, cuenta con el apoyo de Rusia, Irán, y el grupo terrorista de Líbano, Hezbolá.
El Estado Islámico se sustenta en las contradicciones que hay entre Rusia, que apoya al presidente sirio y los Estados Unidos a la oposición.
Mientras no se llegue a un acuerdo que detenga el baño de sangre que se está dando en Siria y que ha propiciado la migración de muchos ciudadanos de ese país hacia Europa, estimulará un problema de grandes proporciones que puede salírsele de las manos a los europeos, quienes se encuentran en un dilema entre la ayuda humanitaria y la seguridad de su territorio. El atentado terrorista en París demostró que uno de los miembros del grupo de ataque, había entrado a Francia como refugiado procedente de Siria.
El Estado Islámico, no es ni Estado, ni mucho menos Islámico, aunque se apoye en el Islam para justificar sus actos de suma violencia. Esto nos hace ver que estamos peleando una guerra de religión. Como dice el político Italiano, Giovanni Sartori, estamos viendo una escena con 4 características bien definidas, terrorismo, global, tecnológica y religiosa.
El extremismo Islámico está captando muchos jóvenes que se deslumbran por los mensajes agresivos contra Occidente, que está viendo amenazado sus valores. Esto es un asunto de extrema gravedad que no puede pasar desapercibido en nuestro país, que no significa que debemos involucrarnos más allá de apoyar la PAZ INTERNACIONAL.
Hacerlo sin buen tino, será comprometer la seguridad de nuestro país en forma innecesaria frente a un grupo que no razona. Mucha atención a esto.
