El arte de Lucila Guerrero para comprender el autismo y la neurodiversidad

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El autismo afecta a una parte de la población infantil. (Crédito de la foto: Lucila Guerrero).

El arte de Lucila Guerrero para comprender el autismo y la neurodiversidad

Por Leonora Chapman | amlat@rcinet.ca

Yo siempre me hacía preguntas sobre por qué me sentía diferente a las otras personas. Siempre me sentí diferente, desde la adolescencia. Pero no tenía respuestas. Y cuando confirmaron en mi hijo el autismo, yo pasé una evaluación y fui diagnosticada también como autista. El autismo no me define como persona pero sí mi manera de funcionar.

Recibir un diagnóstico de autista puede ser devastador. Pero Lucila Guerrero, una canadiense de origen peruana, enfrentó esa información con entereza ydecidió poner su arte al servicio de la sociedad, involucrándose personalmente a fin de despejar el camino sembrado de obstáculos que enfrentan las personas con autismo: los prejuicios. Hoy da conferencias, ha publicado un libro, y presenta una exposición de fotografías, Aimer dans l’imbroglio.

Lucila Guerrero lleva a cabo diversas acciones artísticas para defender lo que ella llama la neurodiversidad.

Ella sufre del síndrome de Asperger y es madre de un niño autista. Lucila es escritora, diseñadora gráfica y fotógrafa y tomó la decisión de que su arte debía servir para crear una mayor conciencia del autismo.

Si usted conoce a una persona autista, usted no conoce más que una persona autista. Porque somos diferentes entre nosotros.

También es miembro fundadora de la asociación Aut’Créatifs, un movimiento que nació del encuentro de artistas autistas que han tomado conciencia de la urgencia de tomar medidas para cambiar las actitudes.

Yo siempre me hacía preguntas sobre por qué me sentía diferente a las otras personas. Siempre me sentí diferente, desde la adolescencia. Pero no tenía respuestas. Y cuando confirmaron en mi hijo el autismo, yo pasé una evaluación y fui diagnosticada también como autista. El autismo no me define como persona pero sí mi manera de funcionar, mi percepción y el tratamiento que le doy a esa información que percibo.

Su exposición, Aimer dans l’imbroglio, Amar en la confusión, aborda las múltiples formas de amar en el autismo: el amor paternal, fraternal y universal, físico, espiritual, personal, amical, etc. ¿Cómo se siente ese amor? ¿Cómo se manifiesta y se lo recibe? ¿Qué es lo que los autistas aman? ¿Qué pasa con la autoestima cuando uno es autista? ¿Cuál es el impacto del entorno que los ama o los rechaza? Estas son algunas de las preguntas que quiso responder la artista y que definen su proyecto fotográfico. Para eso, fotografió a decenas de personas autistas.

El mensaje general de este proyecto es descubrir otras facetas del autismo y ayudar a romper algunas creencias e ideas falsas, como por ejemplo, que el autista no siente emociones y que quiere vivir aislado.

La primera vez que se comenzó a hablar del autismo en 1 911 se pensaba que era una parte de la esquizofrenia, decían que la persona estaba desconectada con la realidad, explica Lucila. Luego se dijo que era un problema afectivo donde la persona se encierra en sí misma y rechaza cualquier manifestación de afecto. Esto, dice Lucila, llevó a la existencia de una serie de preconceptos sobre el autismo en la sociedad que aun hoy hay que continuar rebatiendo.

Autista, es una manera de ser

Yo puedo amar intensamente y hacer cosas por las personas que amo, pero yo nunca estoy segura cómo la otra persona lo ha recibido. Todos los días tengo que decorticar lo que la otra persona está sintiendo a partir de lo que yo dije. Es el desafío de mi vida.

¿Qué descubrió con las fotografías?

Amor, pero también sufrimiento. Justamente por los malos entendidos. O por la soledad. Porque existe esa tendencia de que porque se es autista, uno no se va a acercar, lo vamos a dejar tranquilo, solo. Y muchas veces esa persona autista no se acerca a los otros porque no sabe cómo abordarlos.

A Lucila le gustaría presentar esta exposición en Perú, explicar todo lo que aprendió, lo que descubrió, compartir con los demás sus reflexiones. Y no solo en Perú, sino a otros lugares.

Descubrir junto a su hijo que ambos eran autistas

El saber que soy autista ha sido el comienzo de una nueva vida, comencé a conocerme. Ha sido una herramienta para conocerme yo misma, para amarme, aceptarme como soy y mostrarme como soy. Sin hacer esfuerzos para parecer otra persona. El libro “El lunes seré Luka” habla de esta historia con mi hijo.

Esto y mucho más en la entrevista que Lucila Guerrero le dio a Leonora Chapman.

Una aproximación al autismo

Los dos tipos de autismo son de alta funcionalidad y baja funcionalidad. El adulto que tiene baja funcionalidad necesita atención constante y muy a menudo vive con sus padres en el hogar o en residencias para que sus necesidades puedan ser satisfechas. Debido a que las instalaciones grupales y residenciales pueden ser costosas, las familias a menudo cuidan de sus hijos adultos en casa.

Los adultos con autismo de alta funcionalidad son capaces de disfrutar de una vida bastante normal, apoyándose y cuidando de sí mismos. A pesar de que se enfrentan a retos, pueden cuidar de sí mismos y por lo general se ganan la vida. Sus mayores problemas derivan de cómo los ven los demás.

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