EDITORIAL: Educación sexual para crecer

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Educación sexual para crecer

Como extraídas de las páginas de la Santa Inquisición, las fuerzas más retrógradas de Panamá se lanzan sobre el proyecto de Ley 61, relativo a la educación sexual en las escuelas. Organizan marchas y protestas, y esperan que la desinformación, las mentiras y las campañas de desprestigio desemboquen en la muerte de una propuesta debatida y consensuada entre diversos sectores del país.

La oposición al proyecto legislativo proviene de los grupos ultraconservadores coludidos, quienes se nutren de la oscuridad y se aferran al fanatismo religioso y a la conspiración, al margen de las necesidades de preparar a los de adolescentes y jóvenes ante los desafíos en comunidad, e instarlos a que adopten métodos preventivos en materia de salud sexual y reproductiva.

El interés de esos grupos no es la protección de la Ética. En realidad, ocultan el interés de impedir una Educación liberadora dirigida formar a los estudiantes a construir nuevos caminos en el ámbito social. De hecho, esas mismas voces recalcitrantes sumieron al país en el atraso, al imponer en la década de 1970 la desarticulación del proyecto de Reforma Educativa inclusiva y democrática, con el cual se pretendía vencer el atraso secular en Panamá.

Al final, se impuso el matrimonio entre agentes que recurrieron a discursos y argumentos moralistas y coincidían en socavar las bases de un proyecto popular y democrático en manos de la juventud organizada. Ahora, envalentonados por el fanatismo religioso, quieren imponer al gobierno y a la nación una agenda que subordine a la opinión pública a un pensamiento conservador, para arrebatar los avances en materia de transformación social.

El rechazo al proyecto de Ley 61 es un golpe directo a los jóvenes. Actitudes similares de intolerancia privaron al mundo del conocimiento científico en la Edad Media, período en el que la oscuridad se tradujo, además, en represión. Las llamadas Ordalías o Juicios de Dios sirvieron para condenar a suplicios a quienes reclamaban un estado laico y crítico, y eran vistos como pecadores y blasfemos por los inquisidores obnubilados por el poder.

Arropada con banderas de la Santa Inquisición, la derecha ensaya métodos de desinformación a través de las redes sociales. Detrás del manto de santidad que utilizan los santurrones para dirigirse a la población a través de los medios, se esconde la guadaña con la que quieren cortar las esperanzas de la juventud a tener un futuro sano y digno, y el acceso a una educación sexual que cambie sus vidas. Corresponde a todos, desarmar a la derecha en su cuna, para generar respuestas en un sociedad con una estructura familiar en crisis.

2 COMENTARIOS

  1. Me gusta la ejemplificacion de la santa inquisición porque ilustra con un claro ejemplo historico y como ilustracion ayuda a entender más claramente, sin embargo, el término de derecha desvía la mirada hacia la sábana, e introduce un elemento que más que educar puede ayudar a distorsionar, pero agradezco el esfuerzo de orientación…

  2. Lamentablemente la propuesta no es de la izquierda estimados camaradas de Bayano, es una propuesta liberal, por tanto editorializar esto como una cruzada de la derecha contra una propuesta de izquierda es faltar a la verdad. La fiebre no está en la sábana.

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