Denuncian la persecución y la destrucción de los cultivos de los productores de Barú
Redacción de Bayano digital
Santiago de Veraguas | Panamá | 12 de mayo de 2019 | Lorganización de productores nacionales UNIDOS POR EL AGRO emitió una carta abierta al presidente Varela en la que denuncia la destrucción de los cultivos agrícolas de los productores de Barú, ordenada por la gerencia de la empresa BANAPIÑA subsidiaria de la Transnacional Del Monte.
Existen pendientes demandas de inconstitucionalidad en el Pleno de la Corte sin resolver, medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amparos sancionados por los tribunales para examinar la conducta de los jueces de Paz del Barú. informó el abogado de los productores de Barú Santander Tristán Donoso.
La Gerencia de BANAPIÑA, empoderada por el gobierno de Juan Carlos Varela, con la complicidad de la Policía Nacional, las autoridades locales y el Servicio Nacional de Fronteras – SENAFRONT – destruye las plantaciones y deja a decenas de familias sin sus productos e ingresos para su existencia, señaló Santander Donoso.
“El gobierno de Varela y Banapiña en Barú, amparados por un contrato Ley inconstitucional, aprovechando los últimos días de gobierno corrupto, se han lanzado como buitres contra los productores del Barú para expulsarlos de sus tierras y apoderarse de ellas para sus negocios.” denunciaron los productores reunidos en Santiago.
El pronunciamiento demanda detener la persecución de los productores la destrucción de sus cultivos y el respeto del derecho posesorio de los productores que labran la tierra por más de 15 años años.
El ex ministro de la Presidencia Álvaro Alemán presentó Contrato Ley del Estado con BANAPIÑA, representada por la firma de abogados Arias, Alemán y Mora en la que es socio Jaime Alemán, hermano del ex ministro.
Expertos consultados por Bayano digital señalan, que la expulsión FORZADA Y AL MARGEN DE LA LEY de los productores de Barú responde al interés de controlar esas tierras, estrategicamente ubicada en la RUTA DE LA SEDA.
