Crónica del 50 aniversario de la Insurrección de Colón

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Colón conmemora 50 años de la insurrección popular

Crónica del 50 aniversario de la Insurrección de Colón

Por José Dídimo Escobar

Dirigente político y activista social

Ayer, en una sesión solemne del Concejo Municipal de Colón, se homenajeo a Félix Esteban Dixon (QDEP), Rolando Sterling y Luis Navas Pájaro. Se conmemoró así el 50 aniversario de la Insurrección de Colón, donde por causa del vil asesinato de un héroe de la Patria como lo fue Juan Antonio Navas, el pueblo de Colón se levantó enardecido y la respuesta del gobierno de Marcos Robles, arreciar la represión contra ese pueblo, hecho que fue consumado bajo la dirección política en el terreno del entonces ministro Káiser Bazán, representante de la oligarquía panameña y responsable junto al gobierno de los cientos de heridos y de la muerte además del estudiante Carlos Mathews, la joven Elvira Miranda y la niña Damaris Gallardo quienes pasaron a ocupar el grado de mártires de la patria.

Para el periodo de 1965-66, hace 50 años, el descredito de la clase política, igual que ahora, había alcanzado perfiles dramáticos, al igual que las pretensiones del régimen de entonces, de mantener en esencia el statu-quo del enclave colonial a través del tratado tres en uno o Johnson-Robles así como la doctrina de «seguridad nacional» impulsada por EE.UU. que lograba burlar las pretensiones de libertad y soberanía del pueblo panameño, que sólo pudo ser interpretada correctamente por Omar Torrijos y el Proceso revolucionario surgido desde el 16 de diciembre de 1969.

La intervención del Catedrático Luis Navas Pájaro, en el Discurso Central de Ayer, bien vale la pena que sea conocido por todo el país, no solo por el apego a la verdad histórica, y su examen, sino además, por su utilidad; al establecer el vínculo de los hechos históricos frente a lo que nos ocurre en el país el día de hoy. Signado como ayer por la intervención flagrante en nuestros asuntos internos por parte de los Estados Unidos de Norteamérica, y la falta de un gobierno que cumpla con defender nuestra dignidad más elemental.

Que no quede ese discurso; como capacho entre las hojarascas. Pues, es guía para la acción que deberemos emprender todos los panameños que amamos esta tierra que nos privilegio Dios con otórganosla como nuestra casa.

Me conmovió un pasaje humano de esa magistral disertación, cuando relata el Orador Luis Navas, que Juan Antonio Navas, su hermano, había ido a la casa de su hermana, atendiendo el requerimiento de ésta, para festejar juntos su regreso, contentos todos por su regreso restaurado en su salud, su madre lo aguardaba en la segunda noche que dormiría en su cama, después de años de convalecencia y meses en el extranjero en atención médica especializada. Su hermana lo despidió con la certeza de que llegaría a la casa de su madre, no muy distante. Su madre aguardó hasta tarde pero no llamó a su hija porque pensó que se había quedado durmiendo donde su hermana, sin saber que interceptado en su camino hacia el amor materno, los esbirros le truncaron el camino, se lo llevaron para la oficina del DENI, y durante toda la noche lo torturaron hasta la muerte y luego lo tiraron como un perro en el corredor de Colón y el médico forense se prestó para albergar la tesis de que había sido atropellado por un automóvil.

El dolor de esa madre fue tan grande y el pueblo entero se solidarizó y lo compartió con ella, porque el Estado no está organizado a través de la cesión de nuestros derechos, para que luego, ese mismo Estado; escamoté la alegría y nos cambie el gozo por tristeza y por actos de atraco y exterminio a la vida de nuestros hijos.

Lo que hoy hacemos en todas las esferas de la vida debe concurrir en el anhelo de poder dejarles a nuestros hijos y nietos un legado de un país mejor que el que recibimos y hoy día eso pasa por devolver a los panameños el Decoro, la Dignidad y la Decencia que entre la bruma de las ambiciones desmedidas y la corrupción rampante está a punto de perderse.

Felicito al compañero Menchaca, Presidente del Comité Organizador del evento y por su intermedio a todos los revolucionarios colonenses, que no permiten que el olvido se apodere de los signos de nuestra valerosa historia.

Que El Señor Jesucristo nos permita en su misericordia, la Gracia para poder lograr que ese sueño lo podamos materializar.