Mario Domínguez
Redacción de Bayano digital
Darío Saavedra, compa tengo que echarle el cuento de pitcher a quechear, sobre los reconocimientos que se te hicieron cuando te fuiste a tu misión a lo desconocido.
Compa la noticia fue una bomba que nadie podía ni quería creer. Estremeció al mundo conocido por Ud y entonces todos querían saber detalles de lo sucedido.
Libia, su mujer compa, en medio de su situación nerviosa la sentí desolada porque Ud le podía resolver cualquier problema que se le presentara y Ud era el único en quien ella confiaba por tus relaciones con los grandes de la ciudad.
Compa tus contactos hicieron saber que en los actos de reconocimiento ellos estarían presentes con todo lo necesario.
La convocatoria suya fue ejemplar. A tu casa asistió gente de pueblo y de la ciudad, gente de a pié, de carros, de helicópteros y de aviones. Ud convocó más concurrencia que la Patronal.
Escuché que 17 hermanos suyos asistieron. Tus hijos y nietos también estaban. Así como el resto de la familia.
Pero vamos a la concreta, la actividad estuvo llena de actividades conspirativas como debía ser, por que la conspiración es una sombra invisible que siempre te acompaña. Fui testigo de ver al amigo Martín operando el lunes en Los Santos en medio de la organización de tu reconocimiento. Tu amigo Samuel llegó el martes temprano y también hizo lo propio. Pedro Miguel estuvo muy pendiente de Ud, pero la agenda legislativa le impidió viajar. Nito llegó a presentarle los respetos, mientras que el equipo santeño de Zulay llegó todo en un bus. Los dinosaurios Pachi, Mitchell y Reynando estaban presentes haciendo lo propio, al igual que una delegación del CEN. Toda la oferta electoral del territorio estuvo presente. Eran demasiados los conspiradores juntos y conspirando entre café y café. Eso me gustó, porque esa actividad conspirativa Ud siempre la disfrutaba.
Tu reconocimiento también fue un acto para buscar y fortalecer la unidad. Varios amigos que tenían tiempo de no hablarse aprovecharon tu actividad para abrazarse y hacer las pases.
Fue una encuesta que demostró la confianza de tu pueblo en la victoria de los torrijistas, compa fue clarito que la alcaldía de Tonosi la tenías en tus manos. Ahora a quién le daremos la bandera? Como una jugada tuya nos impones la tarea de buscar ese relevo. Compa tenemos que mantener ese proyecto.
Llegaron los Sandinistas con sus relatos, como testigos presenciales en primera persona de tu conducta heroica en una guerra donde se derrochó heroicidad y confirmaron que fuiste de los primeros entre los primeros.
Para no hacerlo largo, llegó además una delegación del movimiento popular y sus vanguardias revolucionarias para rendirte tributo. Ese tema lo dejamos ahí ya que por seguridad de eso no se habla, tal como Ud lo aconsejaba.
Dejando la conspiración, tu reconocimiento estuvo lleno de belleza. Había de toda clase de mujeres para mirarlas, porque esa es otra cualidad o debilidad suya. Y le digo algo, muchas estaban triste y Ud les daría un abrazo de consuelo. Creo que algunos trataron de seguir tu ejemplo de caballero ante el dolor ajeno.
Tu gente fue muy cordial y las atenciones con los presentes son inolvidables.
Salimos de tu casa en una caravana interminable.
Mientras eso ocurría, al final del día, parte de tu espíritu alumbró a los diputados y con la conducción de Pedro Miguel le daban una derrota ejemplar al actual gobierno en el tema de la Corte.
No quise mirarte ese día ni fui a Buenos Aires. Tengo mis caprichos y todavía espero volver a verte, escuchar tu risa y decirme que tu misión a lo desconocido fue un éxito, espero que me digas que cuál era la pendejada si sabías que todo saldría bien. Dirás que fue otra jugada tuya para ponernos a prueba mientras exploras otros mundo.
Compa… compa, sigo emputado con Ud porque ahora quién será mi yunta, como dijo tu hermana al despedirte «la celebración de la victoria no será completa por tu ausencia física compa»
