Cómo el café levantó a Vietnam de las cenizas tras el desastre de la guerra

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Café para levantar la economía. (Foto: Getty Images).

Redacción
BBC

Si preguntas por ahí, de dónde viene el café, las respuestas que te darán probablemente incluirán países como Brasil o Colombia, tal vez Jamaica y seguramente alguno más.

Pero rara vez escucharás: “Vietnam”.

No obstante, después de Brasil, la República Socialista de Vietnam es el mayor productor de café del mundo.

Y llegó a serlo en no mucho tiempo: hace poco más de 30 años, menos del 0,1% de la producción global de café era de Vietnam.

Pese a lo cual, la historia de la bebida en esa parte de la península de Indochina se remonta a hace más de un siglo.

De una “tasse de café” a “one cup of coffee”

El café fue introducido a Vietnam por los franceses, cuando era parte de la colonia conocida como Indochina Francesa, que incluía además a los que hoy son el Reino de Camboya y la República Democrática Popular Laos.

Los franceses gobernaron Vietnam desde finales del siglo XIX y por casi 70 años, durante los cuales sacaron del país todo lo que pudieron extraer y ganaron vastas fortunas.

El dominio colonial podía ser brutal. Los vietnamitas trabajaban duro en los campos para producir caucho, té, arroz y café.

El gobierno francés finalmente llegó a su fin en la década de 1950, después de que un levantamiento comunista en el norte los expulsó del país.

El conflicto se cobró decenas de miles de vidas.

En 1954, una conferencia de paz resultó en la división del país, con un gobierno comunista en Vietnam del Norte y un régimen respaldado por Estados Unidos en el sur.

Pero una nueva guerra aún más sangrienta se avecinaba: La Guerra de Vietnam, un conflicto que todavía marca al país.

De “sólo defensa” a desastre total

En 1965, se desplegaron tropas de combate estadounidenses para apoyar al gobierno de Vietnam del Sur, que enfrentaba una campaña de guerrilla de las fuerzas comunistas.

Su deber era estrictamente defensivo, pero dispararían si eran atacados; los soldados generalmente lo hacen.

En pocos años, Estados Unidos tenía más de medio millón de militares en el terreno, comprometidos en una guerra a gran escala.

Después de la retirada de Estados Unidos y el final de la Guerra de Vietnam en 1975, Vietnam del Norte y del Sur se unificaron bajo un gobierno comunista.

Tras años de un conflicto devastador, el país estaba en la ruina económica. Pero el café iba a jugar un papel clave en su recuperación.

De colectivas a individuales

Después del final de la Guerra de Vietnam, el gobierno comunista estableció enormes granjas colectivas.

No fueron un gran éxito. Nadie en las granjas colectivas tenía mucho incentivo para trabajar duro y la corrupción era desenfrenada.

La gente estaba pasando hambre y el país no estaba ganando mucho dinero con sus cultivos.

Finalmente, el gobierno se dio cuenta de que tenía que hacer algo.

El año crucial es 1986. Fue entonces cuando el Partido Comunista vietnamita tuvo una gran reunión en la que trataron el terrible estado de la economía.

Decidió relajar las reglas y, entre otras cosas, comenzar a cultivar y a exportar café a gran escala.

Las granjas colectivas planeadas por el Estado desaparecieron y medio millón de pequeñas propiedades surgieron en su lugar; en la década de 1990, la producción de café creció a un asombroso 30% por año.

El reino del café

El crecimiento de la producción del café se alimentó de una migración masiva en la que más de tres millones de personas de todas partes del país se fueron al Altiplano Central, “el reino del café vietnamita”.

Las cosas empezaron a cambiar. En 1994, el 60% de la población vivía bajo el umbral de la pobreza; en 2014, menos del 10%.

La industria del café en Vietnam ahora proporciona un medio de vida para millones de personas, principalmente en pequeñas granjas de sólo unos acres.

En todo el país, los pequeños agricultores producen más de un asombroso millón y medio de toneladas métricas de café.

No hay duda de que es una exportación clave para el país. Y las pequeñas granjas han sido cruciales para su rápido crecimiento económico.

Pero ha cobrado su precio.

Barato pero costoso

Cantidad + calidad parece ser la fórmula. (Foto: Getty Images).

Casi todo el café que se produce en Vietnam es un tipo de café llamado Robusta, producto de una planta muy resistente pero que produce un producto de baja calidad.

Muchos de los otros países caficultores producen café Arábica, que es más valioso.

No obstante, cuando el café instantáneo llegó a los supermercados, el consumo de café se disparó en todo el mundo… y el café instantáneo se hace con Robusta.

Alrededor de dos millones y medio de personas en Vietnam están empleadas en la industria del café.

Lo cultivan, lo embalan, lo envían. Vender café alimenta a sus familias y ayuda a educar a sus hijos. En muchas partes del país, cultivar café es la única industria, pero se avecinan problemas.

Uno de ellos es que para lograr una producción tan alta, se sacrifica la tierra.

La preocupación es que se usan fertilizantes en exceso y demasiado de los escasos recursos hídricos.

Tradicionalmente, entre agricultores que nunca fueron entrenados sobre cómo producir café, se cree que es eso lo que se debe hacer.

De bosques a plantaciones

La estrategia vietnamita de producir grandes cantidades de granos baratos de baja calidad para café instantáneo ha contribuido a la destrucción al por mayor de los bosques.

El bosque primario prácticamente ha desaparecido en Vietnam. Según datos de la organización mundial de conservación WWF, Vietnam ha perdido casi 65.000 kilómetros cuadrados de cubierta forestal desde 1973.

La destrucción de los bosques, a menudo para cultivar nuestro café, amenaza la supervivencia de innumerables especies de animales, incluidas algunas de las criaturas más icónicas del planeta.

Al final de la Guerra de Vietnam había hasta 2.000 elefantes salvajes en el país. Solo quedan unas pocas decenas.

El rinoceronte de Java fue declarado extinto y no quedan más de 30 tigres en todo el país.

Los que no son Kinh

No sólo el medio ambiente y la vida silvestre lo que sufrió durante la gran fiebre por el café.

Hay alrededor de 50 grupos minoritarios en Vietnam que constituyen casi el 15% de la población.

Se distinguen de la mayoría Kinh por religión y herencia. Algunos son cristianos y algunos se pusieron del lado de EE.UU. durante la guerra de Vietnam. Desde entonces, el gobierno vietnamita los ha tratado con recelo y hostilidad.

Varias tribus de las montañas dicen haber sido forzadas a abandonar sus tierras de cultivo cuando millones de Kinh llegaron a cultivar café.

De la mano, hay denuncias de serios abusos contra los derechos humanos de Vietnam.

Agotada

A largo plazo, tampoco la situación tampoco es tan buena para los agricultores mismos.

Algunos expertos señalan que lo ideal sería que Vietnam pasara del cultivo de café instantáneo de baja calidad a la siembra de los granos más valiosos.

Si no lo hacen, advierten, la industria entera está en peligro, pues el monocultivo agota la tierra, que ya está casi destruida.

La humilde taza de café instantáneo está vinculada a algunos de los mayores problemas del país.

Pero también ayudó a crear Vietnam moderno, proporcionando empleos para un gran número de personas y ayudando a sacar a la nación de las cenizas de la guerra.

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