Colombia dijo no: 4 puntos para entender qué pasa ahora con el proceso de paz y las FARC

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El presidente Santos reconoció la derrota del “Sí” y anunció que entablaría de inmediato un diálogo con las fuerzas políticas que rechazaron el pacto. (Foto: Reuters).

Colombia dijo no: 4 puntos para entender qué pasa ahora con el proceso de paz y las FARC

Redacción
BBC Mundo

La pregunta es ¿qué sigue?

El acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue rechazado por una diferencia menor al 0,5 puntos porcentuales, lo que pone en la incertidumbre política y legal al proceso de paz adelantado por el presidente Juan Manuel Santos.

En las primeras horas luego de la votación, la postura común del gobierno colombiano y de los líderes de las FARC era mantener el diálogo y buscar una solución a este voto contra.

Pero aún queda en el aire qué escenarios quedan abiertos para mantener el acuerdo de paz, renegociarlo o cancelarlo.

El cese el fuego sigue

Con el 99,98% de los votos escrutados, 50,21% de los colombianos dijeron que “No” y 49,78% dijeron que “Sí”.

Santos reconoció la noche del domingo la derrota del “Sí” en las urnas “por un estrechísimo margen”.

“El cese al fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo, sigue vigente y seguirá vigente”, dijo en su primer mensaje a los colombianos tras el referendo.

“No me rendiré, seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato porque ese es el camino para dejarle un mejor país para nuestros hijos”.

Por su parte, el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, aseguró que la guerrilla mantendrá la puerta abierta al diálogo.

“Las FARC mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”, dijo Timochenko en una declaración desde La Habana, sede de las negociaciones de la guerrilla con el gobierno colombiano.

“Al pueblo colombiano que sueña con la paz, que cuente con nosotros. ¡La paz triunfará!”, exclamó.

Negociación con el “No”

“A los jóvenes colombianos les digo esto: la paz es ilusionante, los textos de La Habana decepcionantes”, dijo el expresidente Álvaro Uribe, el abanderado de la campaña del “No” en el referendo.

Entre los principales puntos para el voto en contra está el indulto a guerrilleros que cometieron crímenes de guerra, así como la apertura a los líderes guerrilleros a postularse a cargos públicos.

Ahora la negociación de cuatro años del gobierno de Santos con las FARC, que concluyó con la firma del acuerdo de paz el 26 de septiembre pasado, tendrá que extenderse.

“Mañana mismo convocaré a todas las fuerzas, y en particular a las que se manifestaron hoy por el “No” para escucharlas, para abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir”, dijo Santos este domingo.

El mandatario reconoció que su gobierno está ante una “nueva realidad política”, por lo que dijo que la búsqueda de acuerdos con los adversarios “es ahora más importante que nunca”.

En respuesta a Santos, Uribe dijo que él y su fuerza política van a “aportar a un gran pacto nacional” con quienes votaron por el “Sí” y quienes se abstuvieron este domingo.

“Todos queremos la paz, ninguno quiere la violencia (…) Respeto a la constitución, no sustitución. Justicia, no derogación de las instituciones”, pidió en un breve mensaje la noche del domingo.

Cuánto tiempo más se añadirá a los cuatro años de negociación, y qué forma podría tener esta nueva etapa, son aún preguntas abiertas.

El plebiscito era político

Desde que fue aprobado el plebiscito por la Corte Constitucional colombiana, en julio, los magistrados dejaron en claro que el resultado solo es vinculante para el jefe de Estado.

Se trataba pues de una vía política más que jurídica para darle legitimidad al acuerdo con las FARC.

“No implica por sí misma una incorporación de lo acordado en el articulado de la Constitución ni del ordenamiento jurídico colombiano”, dijo María Victoria Calle, la presidenta de la Corte Constitucional.

Santos ya dijo este domingo que la vía que seguirá será la negociación con las fuerzas políticas opositoras, y dejó de momento la opción que tenía de usar sus poderes ejecutivos para aplicarlo.

Aunque no entrará en vigor, tampoco queda desechado.

El presidente Santos dijo que instruyó al Jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, y al alto comisionado de paz, Luis Jaramillo, viajar este lunes a La Habana para reiniciar el diálogo con las FARC, lo que abre la puerta a nuevas negociaciones.

La incertidumbre

Santos enfrenta uno de los momentos más difíciles de la historia reciente de Colombia.

Para Andrei Gómez, profesor de la Universidad de los Andes y miembro de la organización civil Rodeemos el Diálogo, puede empezar a generarse una fragmentación de la guerrilla.

Los líderes pueden estar intentando proteger los acuerdos, pero las células locales podrían recibir el rechazo del pueblo colombiano como una señal para reactivar la violencia.

“Eso va a crear un grave problema de seguridad, porque no hay una estructura jerárquica, que mantenga ordenada a la guerrilla”, dijo Gómez a BBC Mundo.

Por su parte, Jorge Restrepo, director del Centro de Estudios para el Análisis de Conflictos, considera que el “No” al final «empodera a las FARC, porque ellos escogen con quién negociar».

Otro de los escenarios que los analistas ven a corto plazo es un golpe a la economía, con una caída del peso colombiano y la limitación de las inversiones extranjeras ante este escenario de incertidumbre.

Pero por ahora Santos cree que su apuesta al diálogo en un país dividido al 50% será la clave, como dijo este domingo.

“Vamos a decidir entre todos cuál es el camino que debemos tomar para que la paz, esa paz que todos queremos, sea posible, y salga todavía más fortalecida de esta situación”.

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