Ascanio Villalaz Paz, ejemplo de tenacidad y patriotismo

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Ingeniero Ascanio Villalaz Paz.

 

Bayano digital evoca la memoria de uno de los más preclaros dirigentes en la lucha por la liberación nacional, con dotes de estadista, dueño de un liderazgo natural y uno de los grandes protagonistas de gestas nacionales e internacionales en el siglo XX. Su nombre era Ascanio Villalaz Paz y supo interpretar con coraje, inteligencia y patriotismo su papel de conductor del desarrollo y de vanguardia anticolonialista, junto al general de división Omar Torrijos Herrera.

 

Ascanio Villalaz nace en Panamá, el 2 de abril de 1943. Es hijo de Jorge Villalaz y Evelia Paz de Villalaz. La pareja cría a sus cuatro hijas en la Avenida Ancón, en el populoso barrio de Santa Ana, en la Ciudad de Panamá. Ascanio practica con entusiasmo el fútbol en el Oratorio Festivo y crece observando las carencias de la población a la que dedicaría su vida entera.

 

Realiza sus primeros estudios en la escuela local Justo Arosemena y la secundaria en el prestigioso Instituto Nacional de Panamá, mejor conocido como el Nido de Águilas. Ascanio fue admirado por todos, debido a su sensibilidad social, patriotismo y gentil trato. Asimismo, sobresale en ese plantel como militante estudiantil, por la constancia en el desempeño de tareas políticas.

 

A los 16 años de edad, es electo secretario general de la Asociación Federada del Nido de Águilas, bajo el pendón de la gloriosa Federación de Estudiantes de Panamá (FEP). Es seleccionado para presidir la Sociedad de Graduandos en el período 1961-1962. Muestra dotes de liderazgo, al organizar la Juventud Progresista Institutora (J.P.I.), cantera de destacados dirigentes de la República. Desde allí se organizaron marchas patrióticas, como la heroica Jornada del 9 de Enero de 1964, dirigida a izar la bandera panameña en la antigua Zona del Canal de Panamá.

 

Al inicio de sus estudios superiores en la Universidad de Panamá, contrae matrimonio con Orieta Medina, madre de sus cuatro hijas. En esa casa de estudios obtiene el título de Ingeniero Civil en 1967.

 

Se integra a las filas del Frente de Reforma Universitario (FRU) y comparte las trincheras de lucha con líderes de las generaciones de jóvenes más rebeldes de la historia republicana. Milita con el Grupo Impulso y participa en las movilizaciones del movimiento popular por la liberación nacional y las reivindicaciones populares.

 

Es designado representante estudiantil en la Junta Administrativa y en el Consejo General Universitario, la máxima autoridad del campus universitario y emprende, junto a otros destacados dirigentes la lucha por la democratización de la enseñanza superior y los gobiernos colegiados en las Facultades.

 

Es electo presidente de la Unión de Estudiantes Universitarios (UEU) de 1966-1967, un momento caracterizado por la grave crisis social y política que azotaba al país, después de la gesta de 1964. Panamá se debatía en medio de convulsiones, debido al descontento popular ante las nefastas maniobras de la oligarquía vende-patria que gobernaba a sangre y fuego.

 

En este período, Ascanio y las Fuerzas Patrióticas luchan sin cuartel contra los “rabiblancos” (la clase acaudalada) que se disponían a negociar con EE.UU. los Tratados conocidos como “los 3 en 1”. Ello desemboca en el asesinato del dirigente de la FEP Juan Navas Pájaro, en la caribeña Ciudad de Colón, y otros activistas. La oligarquía recrudece la persecución política y el encarcelamiento de cientos de jóvenes, obreros, amas de casa y dirigentes populares. La huelga de los ingenios hace tambalear al gobierno de turno, quien reprime violentamente las manifestaciones en las calles de Panamá y Colón. Son reprimidos los maestros y profesionales, Beecher, Ahumada, Carrillo-Broux, Testa, Sousa, Brathwaite y otros.

 

Se da la persecución y captura de Ascanio Villalaz. Varios dirigentes son inculpados por hechos violentos que atentaban contra la seguridad del Estado. El pueblo acumula su mayor repudio contra el gobierno antidemocrático y antipatria, y todo termina con la expulsión del prepotente embajador gringo en Panamá y el rechazo de los proyectos de Tratado avalados por la oligarquía corrupta.

 

En 1967, Ascanio representa a la FEP en la Unión Internacional de Estudiantes (UIE), con sede en Praga. A finales de ese mismo año, por su extraordinaria labor a beneficio de Panamá y de América Latina, en pleno apogeo revolucionario, se le distingue con el cargo de vicepresidente en ese organismo, que representa a la máxima autoridad del movimiento estudiantil en el ámbito internacional.

 

Asimismo, se destaca en la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (OCLAE) en Caracas, Venezuela, y en otros foros que buscaban soluciones a los problemas de la paz, la condena al imperialismo, al colonialismo, el apartheid, el sionismo, el nazi-fascismo, la represión antipopular y el irrespeto a los derechos humanos en el planeta.

 

Junto a otros dirigentes del movimiento revolucionario panameño, coordina en el anonimato –por seguridad y estrategia de la lucha de liberación de Panamá– acciones clandestinas y jornadas de solidaridad a favor de la lucha de los pueblos de Puerto Rico, Nicaragua, Cuba, Salvador, Vietnam, Guatemala y las colonias portuguesas. Hay un firme respaldo a los movimientos populares que combaten a las dictaduras de Pinochet en Chile, de Onganía en Argentina, de Méndez en Uruguay y Stroessner en Paraguay.

 

Su inteligencia y rectitud en la gestión internacional le merecieron el reconocimiento de todos y el respeto de sus enemigos.

 

Ascanio regresa a su querido y agitado terruño, luego del golpe militar del 11 de octubre de 1968 y la segunda insurgencia guerrillera de la segunda mitad del siglo (1968-1971).

 

En el contexto de un proceso revolucionario encabezado por Omar Torrijos, es designado como contraparte panameña en la Empresa Yugoslava Multinacional ENERGOPROJEK, encargada de construir la majestuosa obra de la Represa del Bayano, que lleva su nombre en honor a su incansable labor patriótica y profesional por el engrandecimiento de Panamá.

 

Posteriormente, ocupa el cargo de planificador regional del área oriental de Panamá. Desde allí, crea el proyecto de Desarrollo Integral del Bayano (Corporación Bayano).

 

Más tarde, el gobierno le distingue en la Sub Dirección General del Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE), junto al arquitecto Edwin Fábrega. Coadyuva a la organización y ejecución del Plan Maestro de Desarrollo de Electrificación, que iluminará y movilizará el progreso de Panamá. En ese período, fueron puestos en operación las mayores obras de desarrollo en Panamá.

 

Ascanio se destacó en esa titánica labor, con espíritu patriótico y vocación de servicio al pueblo. Actuó sin egoísmo ni sectarismo, y se desempeñó como un virtuoso de la honestidad y la unidad de los panameños para alcanzar las metas altas de la historia.

 

Fue un gran colaborador del general Torrijos y uno de los más claros orientadores del movimiento popular. Esas cualidades lo llevaron a asumir la tarea de organizar el Partido Revolucionario Democrático (PRD), de tendencia socialdemócrata, en la apertura democrática del proceso Torrijista, en la que participaron otros partido políticos, pero sin los vicios generados instaurados en los gobiernos elitistas que dirigieron los destinos de Panamá de 1903 a 1968.

 

En el momento de su fallecimiento, Ascanio ocupaba el cargo de subsecretario general del PRD. Ese excepcional panameño, que supo sobresalir por sus propios esfuerzos en la militancia política, en los estudios y en la producción, fallece a causa de un aneurisma la noche del 7 de abril de 1981, tras sobrevivir a varios atentados.

 

Dejó una familia y miles de amigos, colaboradores y compañeros de lucha y un pueblo que lo recordará siempre, como una de las mejores figuras de su tiempo. Con él, partió una de las esperanzas ciertas de Panamá en la lucha para recuperación la soberanía panameña en el Canal de Panamá y las áreas adyacentes.

 

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