Arqueología desde el cielo: escaneo de las culturas precolombinas

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Vista aérea de zonas bajo estudios arqueológicos.

La espectacularidad de las imágenes tridimensionales de ruinas Mayas en Guatemala genera grandes expectativas. La tecnología de escaneo láser puede revelar ciudades ocultas, pero es sólo el comienzo de la investigación.

DW

Las posibilidad de descubrir ruinas escondidas en la selva y recrearlas en imágenes tridimensionales, como las recientemente difundidas por un proyecto en Guatemala, donde se encontraron más de 60 mil estructuras, una pirámide aún no descubierta y una red de caminos, ha generado expectación. El sistema de Detección y medición de imágenes con láser (LiDAR, su sigla en inglés) permitiría realizar arqueología desde el aire. Las imágenes por sí mismas son impresionantes, pero los investigadores son cautos.

El arqueólogo experto en tecnologías digitales Dr. Ulrich Wölfel, de la Universidad de Bonn, dirige actualmente el Proyecto Arqueológico de la Región de Chaculá en las tierras altas Mayas, en Guatemala, financiado por la Deutsche Altamerikastiftung. En unas semanas parte nuevamente al país centroamericano, a la quinta temporada de trabajo de campo por cinco semanas, a hacer mapeos y excavaciones. Contar con el sistema LiDAR sería un aporte, pero no es todo, aclara el científico. En entrevista con DW, da detalles de esta tecnología y sus alcances.

DW: ¿Qué importancia tiene el uso de LiDAR en los recientes descubrimientos en Guatemala?

Ulrich Wölfel: LiDAR existe hace tiempo y se aplicó en la arqueología ya en 2009 en Belize, en un sitio Maya llamado Caracol. Ahí se pudo comprobar que es una tecnología muy prometedora, especialmente en cuanto levantar la topografía completa de un paisaje.

¿Cuáles son sus ventajas?

– Logra en unos días o semanas el escaneo de sitios que por medio del trabajo de campo, andando en la selva, sería mucho más dificultoso y requeriría más tiempo. Puede generar en muy poco tiempo un modelo tridimesional de la topografía, incluso de estructuras como edificios de una región extensa. Sin embargo, si uno está realmente en el lugar en que están las ruinas, viéndolas de cerca, tiene otra perspectiva.

¿Son datos decisivos para la investigación?

–  Con LiDAR básicamente empieza la investigación, pero escanear y visualizar un área no es suficiente. Se necesitan muchas investigaciones adicionales. Es importante aplicar algoritmos, en programas de computadora que analizan esos datos, para identificar diferentes tipos de edificios, si se encuentran reservorios de agua, de cuántos metros cúbicos, que podrían abastecer a una población de determinado tamaño, por ejemplo.

Es necesario interpretar esos datos…

– Eso es lo más importante y para eso se necesita desarrollar programas y hacer investigaciones adicionales en los lugares, comprobar lo que uno mira en los datos de LiDAR, ver cómo se presentan y ver la cultura material, es decir, realizar excavaciones para estudiar  los restos. En el área Maya, por ejemplo, la cerámica es muy importante para entender mejor como funcionó esta cultura.

Ulrich Wölfel, arqueólogo de la Universidad de Bonn.

¿Cómo opera esta tecnología y qué permite visualizar?

– A diferencia de lo que se ve desde un avión o imagen satelital, en que sólo se ven las hojas de los árboles, el equipo, instalado en un avión, tiene un láser que va girando y lanzando rayos de luz amplificados en diferentes ángulos y algunos logran penetrar en la selva y llegar hasta la superficie del suelo.

Algo que caminando no se podría hacer…

– Si uno está levantando la topografía en el suelo, sólo lograría la precisión de LiDAR con un esfuerzo gigantesco. Esta tecnología tiene la gran ventaja de que cubre toda el área con la misma densidad de puntos, levantando muchos puntos por metro cuadrado, lo que da la elevación en ese lugar y con ésto se logra obtener un modelo tridimensional muy exacto.

¿Cambian estos descubrimientos lo que hasta ahora sabemos de los Mayas?

Las investigaciones arqueológicas en las tierras bajas Mayas comenzaron hace más de 100 años, se conoce mucho. Algunas de estas imágenes muestran por ejemplo la ciudad de Tikal, un sitio explorado por décadas y que sigue siendo investigado. Ahí los descubrimientos no son tan espectaculares. Proporciona datos más precisos y han sido descubiertos algunos edificios adicionales, pero la mayoría ya era conocida. Los nuevos descubrimientos son siempre algo bueno, pero es el inicio. Ahora los datos tienen que ser interpretados. Este anuncio está causando mucho revuelo en la prensa, se va a mostrar un documental, pero todavía no se ha publicado científicamente.

Las imágenes indicarían que la población Maya era mucho mayor…

– Hay que ser cauteloso en las interpretaciones. Estimar la población, aunque sea en un lugar bien investigado como Tikal, es difícil. Se necesitan muchas investigaciones adicionales, sobre las viviendas, los campos cultivados, el agua, entre otras cosas, para entender cómo funcionaba esa economía y calcular los habitantes. Esto lleva mucho más tiempo que un vuelo con LiDAR. Además, hay que tomar en cuenta la contemporaneidad. No todas las casas, ni todos los sitios fueron ocupados al mismo tiempo. Así, contar el número de edificios lleva a interpretaciones falsas. La cronología de un sitio arqueológico no se puede averiguar con LiDAR, sólo con excavaciones y análisis de los materiales recuperados.

¿Qué datos importantes puede proporcionar?

– Es muy bueno para conocer la ubicación de construcciones, su número, la relación entre ellas y con el paisaje. No es por accidente que los Mayas construyeron sus ciudades en un lugar o en otro. Tenían una cosmovisión que incluía un paisaje sagrado. Si uno encuentra edificios que son de muy difícil acceso o en la cima de cerros, eso podría indicar que eran santuarios. Para eso LiDAR es espectacular y proporciona muchos datos adicionales.

¿En qué zonas topográficas es más indicado?

– Es muy útil en zonas de selva, por eso se ha usado en el área Maya, especialmente en las tierras bajas donde hay grandes partes todavía cubiertas por selva. También se ha aplicado en Camboya, para investigar ruinas, donde hay un bosque muy denso. Colegas míos están trabajando con esta  tecnología en la Amazonía boliviana, donde han escaneado parte de la selva y descubierto ciudades. También es útil en lugares donde se quiera levantar un modelo topográfico más exacto, en  tierras altas Mayas o en la montaña.

Es una tecnología cara, ¿es esperable que se pueda incorporar en más proyectos arqueológicos?

– En el futuro, en muchos casos la arqueología contará con LiDAR. Sería interesante si se pudiera adaptar para ser usada con drones, que lo haría más accesible. Estoy seguro que va a contribuir a cambiar la imagen que tenemos de muchos pueblos prehispánicos, pero se necesita también hacer investigaciones más profundas.

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