Alimentación y medicina tradicional china para modernos

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Alimentación y medicina tradicional china. (Foto: Xinhua).

Imaginemos una conferencia en Madrid bajo el título “Claves de la medicina china para principiantes”, presentada por el científico Michel Boym, con más de una década en China investigando el tema.

Por Belén García-Noblejas / XINHUA

Podríamos asumir que este evento atraería a decenas de amantes de las terapias alternativas y la medicina tradicional oriental. Y es que tras un período de química, industrialización y oscuridad general, lo natural está cada vez más de moda. Los herbolarios, los mercados, los restaurantes orgánicos…son lo más “top” para los cada vez más numerosos “followers” de la “healthy life”.

Los asistentes a la conferencia caerían en la sorpresa más absoluta al encontrarse con un conferenciante algo envejecido, envuelto en un hábito oscuro sujeto por un cordel a la cintura.

Y es que Michel Boym, a pesar de estar a la última en tendencias de salud, es de hecho un jesuita nacido en el 1612.

Si no fuera por los cinco siglos que separan al misionero jesuita del Madrid actual, esta conferencia sería, probablemente, de gran interés para muchos.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, la Compañía de Jesús enviaba representación a China a través de misioneros como Michel Boym para predicar la religión cristiana.

En la práctica, su misión y la repercusión que tuvo se extendieron a otras áreas del conocimiento como la filosofía o las ciencias.

Su labor trazó además un camino de ida y vuelta, permitiendo un enriquecimiento cultural mutuo sin precedentes.

Parece sensato hacer un guiño a los pioneros de este intercambio al hablar de iniciativas que pretenden revitalizarlo.

En plenas fiestas navideñas y caminando al filo del empacho crónico, el Instituto Confucio de Madrid apoyó el 22 de diciembre en el Centro Cultural Matadero de Madrid una conferencia en torno a la nutrición yin yang.

No es necesario decir que una conferencia de dos horas o un artículo de 600 palabras no hacen justicia a los años de implicación que requieren un conocimiento real de estas teorías.

Sin embargo, sí pueden ser un ligero empujón para los interesados en conocer otros puntos de vista en nutrición.

La Dra. Mercedes Torres se centró, consecuentemente, en los aspectos más básicos.

De acuerdo con la medicina china, cada uno de los alimentos que componen nuestra dieta pueden clasificarse como yin (fríos) o yang (cálidos).

Esta clasificación no corresponde a la temperatura en la que estos son ingeridos, sino a las propiedades térmicas que atribuyen a nuestro organismo; De una manera muy simple, podríamos decir que existen alimentos que proporcionan calor mientras que otros aportan frío.

El objetivo es siempre encontrar el equilibrio; un exceso de calor se manifestará a través de determinadas afecciones.

El exceso de frío a través de otras.

De esta manera, la deficiencia de yang implicaría afecciones relacionadas en medicina china con el frío como una mala circulación, malas digestiones, extremidades frías, resfriados, cansancio extremo…

Pongamos que llevamos cuatro horas de tiendas en busca del regalo perfecto para nuestro cuñado.

El autobús tarda más de la cuenta y nos encontramos sin guantes, gorro, ni bufanda.

Cuando por fin llegamos al calor del hogar ya es demasiado tarde, el frío se nos ha metido en el cuerpo.

Habrá que sacarlo, entonces.

La nutrición yin yang te sugeriría recurrir a alimentos yang como una infusión de canela o jengibre, las especias como la pimienta, la cayena o la mostaza, la carne de cordero, las gambas o las nueces, cuyas propiedades ayudan a activar el calor interno.

La deficiencia de yin se traduciría en un exceso de calor interno, manifestándose en sequedad en la piel, hipertensión, fiebre, estreñimiento o incluso irritabilidad.

Para volver al equilibrio yin yang nuestro cuerpo necesitaría incrementar la ingesta de alimentos yin.

Trasladémonos a Sevilla, agosto.

Conferencia de la Dra. Torres sobre nutrición Yinyang en el Matadero de Madrid. 22 diciembre 2017. (Foto: Xinhua).

En esta ocasión un médico chino nos recomendaría tomar verduras y frutas cuyas propiedades yin ayudarían a soportar tales temperaturas, pero también lácteos, tofu y pescado.

La complejidad del tema se incrementa si tenemos en cuenta que cada persona es de tendencia yin o yang, dependiendo también del sexo o la etapa de la vida en la que esta se encuentre.

Un niño en etapa de crecimiento será más yang que un anciano, y una mujer de edad media será generalmente más yin que un hombre de su misma edad. Además, de acuerdo con la medicina china, nuestro entorno y las circunstancias en las que nos encontramos afectan nuestro equilibrio interno, y es que la medicina china establece una relación directa entre nuestros órganos internos y las emociones.

La nutrición es sólo una de las infinitas aristas entre las que también se encuentran la acupuntura, las ventosas, la moxibustión, qigong o la fitoterapia china que complementadas con la meditación o el yoga aspiran al equilibrio y el bienestar del paciente.

Conocer la medicina tradicional china abre las puertas a todo un mundo de cultura e historia.

La medicina china es un modo de vida y los beneficios para los valientes van, necesariamente, más allá de lo físico.

Quizás, después de todo, el poeta latino del siglo I Décimo Junio Juvenal no distaba tanto de los sabios chinos al afirmar que Orandum est ut sit mens sāna in corpore sānō.

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