Brasilia, may (PL) – Agremiados de la Federación Única de los Petroleros (FUP) de Brasil iniciaron un paro de advertencia el miércoles, cuando camioneros autónomos cumplen 10 días de paralización contra la política de combustibles respaldada por el gobierno de Michel Temer.
La medida de fuerza, que se prolongará por 72 horas, reivindicará la disminución de los precios de todos los combustibles, el fin de la privatización de Petrobras y la inmediata salida del presidente de la estatal, Pedro Parente.
“Nuestra huelga es para reafirmar que el mayor accionista de la Petrobras todavía es el pueblo y no el mercado”, manifestó en un comunicado la FUP, que reúne a 14 sindicatos del sector petrolero, y advirtió que de no ser atendidas sus demandas la paralización pudiera extenderse por tiempo indeterminado.
En el documento, la agrupación sindical subraya que Parente, el “gran gestor” defendido por el mercado y los medios, está llevando a Brasil a la bancarrota y sacrificando al pueblo, que es quien paga la cuenta de la política de precios de derivados indexada al dólar y al barril de petróleo, la cual beneficia directamente a las importadoras.
Por más que Parente y el gobierno de Michel Temer, al cual sirve, quieran concretar el proyecto de privatización de la petrolífera brasileña, Petrobras es todavía una empresa pública, insiste el texto, que desestima un mensaje enviado ayer por el directivo instando a los trabajadores a pensar en las consecuencias que podrían derivarse del paro.
La huelga de advertencia de los petroleros fue apoyada ayer por seis centrales sindicales: la Central Única de los Trabajadores (CUT), Fuerza Sindical, la Unión General de los Trabajadores (UGT), la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), la Nueva Central y la Central de los Sindicatos de Brasil (CSB).
Mientras, y en apoyo al paro, los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo llamaron a participar este miércoles de un día nacional de lucha por la reducción del precio de los combustibles y la salida de Parente.
El llamamiento atribuye el alza constante en el precio de los combustibles a la política implantada por Temer y Parente, “que someten al país, autosuficiente en petróleo, a las variaciones e intereses del mercado internacional”, y exige poner fin a cualquier tentativa de desmantelamiento y privatización de la estatal petrolera.
Enfatiza también que el caos en el cual vive hoy Brasil es fruto directo de la falta de democracia y de la existencia de un gobierno ilegítimo que está de espaldas para el pueblo, por lo cual ‒más que nunca‒ es fundamental garantizar elecciones libres y democráticas con la participación de todas las candidaturas.
El inicio de la huelga de advertencia convocada por la FUP coincide con el décimo día de paralización de los camioneros autónomos, que también reclaman la reducción del precio del diésel y la estabilidad del mismo, lo cual contraría la política adoptada hace un año por la Petrobras, de reajustes casi diarios en los valores.
Según confirmó la Policía Vial Federal (PRF, por sus siglas en portugués), lejos de disminuir, los puntos de concentración de transportistas de carga volvieron a aumentar hasta 616. El lunes, la cifra fue fijada por la propia fuerza en 594.