El Pentágono aprueba un plan para invertir 7.500 millones de dólares con el fin de reforzar la presencia de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico.
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El proyecto del Departamento de Defensa (Pentágono) tiene como objetivo modernizar en los próximos cinco años la infraestructura militar de EE.UU., realizar maniobras adicionales y desplegar más fuerzas y buques de guerra en dicha zona, según informó el domingo el diario estadounidense The Wall Street Journal.
La propuesta, denominada “Iniciativa de Estabilidad para Asia y el Pacífico”, fue presentada por primera vez por el senador republicano de Arizona (suroeste), John McCain, y contó con una buena acogida por parte de otros legisladores, en especial fue secundada por el secretario de Defensa, James Mattis, y el comandante del Mando del Pacífico de EE.UU., el almirante Harry Harris.
Los que apoyan la medida consideran que con ella muestran más que nunca el compromiso de EE.UU. para garantizar la seguridad de sus aliados en la región, también que Washington responderá a la escalada de tensiones en la península coreana, y por último, significa un cambio de conducta del Gobierno estadounidense tras la llegada al poder del republicano Donald Trump.
“Esta iniciativa podría mejorar el poder militar de EE.UU. con fondos específicos para realinear nuestra postura de fuerza en la región…”, le dijo McCain a Harris en una sesión de audiencia celebrada el pasado mes de abril.
Los partidarios comparan esta propuesta con la Iniciativa de Reaseguro Europea (ERI, por sus siglas en inglés), que se adoptó raíz de la anexión de Crimea a Rusia en 2014 y permitió a Washington reforzar con 3400 millones de dólares su presupuesto militar so pretexto de hacer frente a la “amenaza” de Moscú.
No obstante, los propulsores de tal iniciativa todavía no han hablado de los detalles del plan ni cómo piensan obtener la financiación requerida.
Washington trata de aumentar su presencia militar en la región de Asia pretextando su estrategia de “Pivote para Este de Asia” divulgada en 2012 por el Gobierno del entonces presidente estadounidense, Barack Obama.
La decisión de un mayor rearme se ha tomado en un momento de graves tensiones en la región de Asia Oriental, tanto por las reclamaciones territoriales de China y otras naciones sobre las islas en el mar de la China Meridional, como por las pruebas de misiles de Corea del Norte que, según Pyongyang, son una respuesta a las provocaciones militares de EE.UU y Corea del Sur.