Palomas y mascotas afectan la salud humana en Panamá

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Mascotas en el Parque Omar, convertido en lugar para defecar.

Por Jairo H. Pertuz S.
Periodista

Tal parece que a falta de tener escasos lugares para distraerse o como distraerse sanamente en la ciudad capital de Panamá, muchos habitantes han optado por adquirir mascotas, mayormente perros y perras, sin prevenir antes de adquirirlos, que los animales requieren condiciones y espacios necesarios para vivir como merecen.

Es así como han venido convirtiendo a los apartamentos donde viven en perreras. Esos espacios no son adecuados para los animales domésticos ni para que sus dueños convivan con ellos, y que los vecinos lleguen a su hogar, supuestamente, a descansar, sin que consigan lograrlo a causa de los frecuentes ladridos.

En Panamá, hay apartamentos de edificios donde sus propietarios tienen hasta tres perros. Pero hay otras causales que, igual o peor, afectan a niños, jóvenes, adultos y ancianos, pues las escaleras y ascensores tienen que ser compartidos cada día con mascotas que entran y salen de los edificios y casas sin las protecciones adecuadas en sus cuatro patas sucias, que son portadoras de gérmenes, virus y otras posibles causas de enfermedades.

Como los dueños de las mascotas no prevén esas situaciones, vecinos y transeúntes tienen que soportar que los animalitos—libres de culpa de la irresponsabilidad de sus dueños—, sean sacados cada día a defecar y orinar en las calles, aceras y en el único parquecito Omar, a donde llevan por lo menos 150 perros al día para hacer sus necesidades fisiológicas. Ello es totalmente inapropiado y ocurre sin controles eficientes, porque aunque algunos recogen las heces esparcidas, en el suelo quedan residuos, además de que es imposible que puedan retirar la orina vertida en áreas públicas.

Calles, aceras y parques apestan y causan afectaciones a la salud humana. Nadie está en contra de las mascotas, pero, ¿quién proteje la salud humana? Cada persona que en su hogar posea mascotas, debe proveerles, dentro de su propiedad, lo que necesitan esos animales, más aún, como algunos dicen que sus mascotas son un miembro más de la familia, y no afectan al resto de habitantes de la ciudad y a los turistas.

Otra afectación grave a la salud es la excesiva cantidad de palomas que se han tomado la ciudad, afectando la salud en escuelas, colegios, universidades y todas las edificaciones y alambrados de la ciudad, dejando una estela insalubre de heces y piojos, lo que también daña la pintura de los autos. Las autoridades miran para otro lado o se ocupan de hacer cumplir las normas de higiene y prevención de enfermedades, sobre todo con un sistema de salud deficitario.

¿Será que se está preparando a este país y a su pueblo para algunas otras pandemias made in Panama?

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