Por Ebrahim Asvat
La bitácora
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), una organización de la cual Panamá no es parte, pero acata todas sus imposiciones no es más que una organización que moderniza el colonialismo del siglo pasado. Ya pasaron las épocas de la ocupación y administración territorial de otros pueblos. Ahora. los mecanismos son todas estas estructuras organizativas a propósito administradas por los mismos países colonialistas, con intenciones de uniformar al mundo de acuerdo a sus postulados.
Bajo el falso criterio de luchar por la pobreza y la desigualdad, ahora achacada a la globalización y liberación de las economías, se han propuesto buscar mecanismos para nivelar la tributación mundial no hacia abajo sino hacia arriba y tipificar hasta penalmente cualquier estructura diseñada para la optimización en el pago de las obligaciones tributarias.
Empezaron por demonizar a los países de baja tributación internacional como paraísos fiscales y ahora se proponen luchar a nivel internacional contra lo que denominan la erosión de la base imponible y el traslado de los beneficios de la renta o ganancias. Es decir, cualquier mecanismo legal utilizado para disminuir los impuestos sería también ilegal. Pero, ¿para que los Estados desean más impuestos? La tesis o ideología detrás de la OCDE es estatista.
Darle la capacidad a los Estados de recibir más ingresos para luego distribuirlos como mejor le plazca. Esto dentro de esa ideología y tesis disminuiría la desigualdad, acabaría con la pobreza y haría del mundo un lugar más placentero para la humanidad. La ultima utopía del Siglo XXI.
Recientemente, en un artículo del Business Week, reveló como la empresa de autos BMW firmó un convenio laboral con la Confederación de Trabajadores de México para pagarle a los trabajadores de la industria automotriz un salario que iniciaba en $1.10 dólares la hora y un tope para los trabajadores de las ensambladoras de $2.53 dólares la hora. Ese mismo trabajador en Alemania estaría ganando $26.25 y con beneficios hasta $67.14 (revista Forbes). En Estados Unidos estaría ganando $23.83 y en Canadá $19.17. En la India 1.09 y en China 5.19. En Brasil $4.17. Si vamos sector por sector: Textiles, hospitalidad, servicios, manufactura, minería, encontraremos las mismas monstruosas disparidades.
Allí radica la razón del empobrecimiento de los ciudadanos del mundo. Algunos alegarán la productividad como factor del costo. Es cierto, puede existir un diferencial por producción, pero los datos demuestras explotación. Es el papel de las inversiones extranjeras en un mundo globalizado que van dirigiendo su producción hacia los lugares donde el costo laboral sea el más miserable. Y los mayores pecadores y explotadores son los mismos países amparados en organizaciones como la OCDE. Ellos no tienen el menor interés de luchar por la prosperidad de los pueblos ni de los seres humanos, pues de ser así estarían promoviendo el alza salarial por igual trabajo en los países explotados.
Pero no le pidamos peras al olmo cuando los hijos de los colonialistas del mundo son los que promueven la supuesta justicia mundial. Si quieren mayor justicia social, promuevan el aumento de los salarios y la nivelación entre los salarios en la comunidad de las naciones, sin que se den esas desproporciones exorbitantes, que son la verdadera causa de la pobreza.