Negociar con el agua hasta la nariz: !No hagan olas!

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Rotura de tubería en Minera Panamá que contaminó las aguas en 2021.

Por Carlos Lorenzo.

Hacen unos cuantos años (2500), mi amigo el Maestro Sin Tuz, me aconsejaba que no fuese a la guerra —el terreno de la vida y de la muerte— sin el previo cálculo de los factores que determinan el estado de mis fuerzas, y cuyo dominio o no significa la victoria o la derrota.

Otro amigo, estratega del arte de la guerra, el “Cholo Omar”, cuyo liderazgo emergió del torrente de luchas centenarias contra la oligarquía, el colonialismo y el imperialismo; y no del vientre de la oligarquía vacuna, casateniente y tendera de donde provenían los gobernantes y presidentes de la República Mediatizada; este amigo realizó el cálculo del estado de sus fuerzas y creó condiciones para fortalecerlas, tanto al interior de la nación como a nivel internacional.

La unidad pueblo-gobierno, la política social y la solidaridad internacional concreta que se construyeron fueron factores claves para la victoria en las negociaciones que condujeron a la descolonización, la recuperación del Canal y la soberanía sobre todo el territorio y sus recursos. Ese amigo empeñó en las negociaciones toda su inteligencia, voluntad patriótica y coraje. Por ello, Gabriel García Márquez decía que era una mezcla de tigre y Mula: del primero tenía el instinto sobrenatural y la astucia certera, de la segunda, su terquedad infinita.

Hoy son muy distintas las condiciones en que el gobierno del país acude a las negociaciones con la transnacional First Quantum-Minera Panama para un nuevo contrato de explotación y comercialización de cobre, oro, plata, molibdeno y otros minerales. Existe gran similitud con la angustia y precariedad lastimera de los llamados “próceres“ de 1903, quienes aprobaron el Tratado Hay-Bunau Varilla. Los negociadores de hoy van a la guerra (quiero decir, a la mesa) en uno de los momentos de absoluta fragilidad económica, política e institucional, carentes de total credibilidad social y ética, lo que augura su capitulación ante la empresa.

Naomi Klein, en La doctrina de shock: El auge del capitalismo del desastre (2007), documenta ampliamente la estrategia del imperio y del capital transnacional para llevar al caos y la bancarrota de los países poseedores de materias primas y otras riquezas estratégicas al grado de «transarlos” por un plato de lentejas o por 30 monedas de plata. Cuando el agua llega hasta la nariz, aparecen las baratijas y espejitos de colores, los 375MM por un lado, y nuevos “próceres“ de la mano de Bunau Varilla.

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