Monseñor Ulloa pide a los jóvenes «no se dejen domesticar»

Ulloa tiene razón, al pedirle a los jóvenes que "no se dejen domesticar". No obstante, habría ido más lejos si les hubiese pedido que no se conviertan en peones de la oligarquía y las multinacionales, ni en prisioneros de redes sociales convertidas en propagadoras de mensajes contra la liberación nacional.

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PANAMA. JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

Redacción de Bayano digital

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, aprovechó el inicio de la fiestas patrias para instar a la juventud a la elaboración de las reformas constitucionales en debate.

El llamado del líder religioso es útil, pero sería de mayor valor social si hubiese identificado los planes de la derecha que intenta desconocer a la Asamblea Nacional de Diputados para imponer un proyecto ajeno a los intereses mayoritarios del país.

En su reflexión, Ulloa sostuvo que hubo una especie de «despertar» en la Jornada Mundial df la Juventud (JM), lo que se refleja en la protesta «de manera pacífica y sin llevar máscaras», contra la corrupción de los políticos y la clase empresarial.

Para quienes siguen el evangelio de Cristo y se identifican por la opción preferencial a favor de los pobres, la caracterización de las acciones juveniles no deben ser distinguidas entre quienes usan máscaras y los que no las utilizan.

Los cristianos y no cristianos necesitan saber que han sido emprendidos planes de desestabilización que prevén movilizar a los jóvenes en diversas etapas para avalar proyectos antinacionales dirigidos a doblegar a la población.

Las fuerzas sociales están obligadas a desenmascarar esa patraña de los grupos de poder, que buscan a través del tema constitucional la anulación de la esfera parlamentaria. Allí reside el verdadero foco de la violencia política a la que debió referirse el arzobispo en su homilía.

Ulloa tiene razón, al pedirle a los jóvenes que «no se dejen domesticar». No obstante, habría ido más lejos si les hubiese pedido que no se conviertan en peones de la oligarquía y las multinacionales, ni en prisioneros de redes sociales convertidas en propagadoras de mensajes contra la liberación nacional.

En Panamá, ha sido iniciado un experimento político para aumentar el grado de dependencia externa y borrar las conquistas sociales. La Iglesia lo sabe y debería actuar con firmeza, evitando con ello que los jóvenes vayan como corderos al sacrificio.

La jerarquía eclesiástica, el movimiento ecuménico y los cristianos de base no deben ignorar esa responsabilidad, ni copiar el ejemplo vacilante de Pilatos, quien se lavó las manos mientras azotaban al nazareno atado a un poste y los asociados al imperio aplaudían con frenesí.

La juventud panameña ha escrito páginas de oro en la lucha para la recuperación de la soberanía de Panamá sobre su territorio. Hoy, tiene la enorme responsabilidad de no dejarse dividir o someter por los que han saqueado al país y anulado la Justicia.

REFLEXION DEL TE DEUM 3 DE NOVIEMBRE DE 2019

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