Por Toracio Iturralde
Docente.
Redacción de Bayano digital
Las diversas frases y conceptos emitidos contra la población panameña por parte de elementos de una clase social conocida en el argot panameño como “rabiblancos”, que en la realidad social se caracterizan como oligarcas no es nuevo, pero resaltan intempestivamente porque polariza la sociedad y, además, se da en una época donde la información se comparte en forma instantánea.
La estigmatización de los sectores populares, llámese trabajador, capas medias, profesionales, campesinos, originarios, por su condición socioeconómica y territorial bajo el concepto de “marginal” reflejan, más que todo, la intensión de hacer una diferenciación clasista en forma peyorativa.
El diccionario de filosofía de la Editorial Progreso de 1980, en el contexto de la definición del concepto de lucha de clases establece que “Las principales formas de la lucha de clases (…) son la económica, la política y la ideológica” entendiéndose por ideología, según el diccionario citado como “sistema de criterios e ideas políticas, jurídicas, morales, estéticos, religiosos, filosóficos”.
Las diversas frases y conceptos emitidos por personeros representativos de la oligarquía no son aislados ni coyunturales, sino que representan todo un sistema ideológico que responde a la identificación clasista, a los intereses de la burguesía y a los grandes poderes económicos.
Las caracterizaciones tratan de describir no solo condiciones materiales de vida de los sectores populares sino también todo el contexto social y cultural que de ello se deriva.
Sólo hay que percibir la reacción de los sectores estigmatizados para darse cuenta que se identifican inmediatamente y reaccionan de tal forma que la sociedad se polariza entre dos sectores contradictorios no sólo por las condiciones sociales sino por los intereses que representan.
Las diversas manifestaciones de carácter político, social, cultural, etc. que se expresan a través de los diversos medios reflejan una lucha ideológica de clases que de agudizarse permitirán el paso de la conciencia de sí en conciencia para sí, cuando los sectores progresistas tengan el olfato filosófico para contribuir a que se logre ese paso cualitativo en el desarrollo social.
