El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuya reelección es criticada por una veintena de países, ordenó este martes que dos de los principales diplomáticos de la embajada de Estados Unidos en Caracas salgan del país al acusarlos de conspiración.
«Repudio todas las sanciones que se pretenden contra la República Bolivariana de Venezuelaporque le hacen daño, generan sufrimiento al pueblo (…) Rechazo y repudio la conspiración permanente», agregó y dijo tener pruebas de su acusación.
Los funcionarios expulsados son Todd Robinson, el encargado de negocios, y Brian Naranjo,número dos de la misión desde julio de 2014 y a quien acusó de ser representante de la CIA en Caracas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos respondió al anuncio de Maduro. «No hemos recibido notificación del gobierno venezolano a través de los canales diplomáticos», dijo a la agencia de noticias AFP. «Estados Unidos podría tomar las medidas pertinentes».
Maduro fue reelegido presidente de Venezuela el domingo con una alta abstención (de 54%) no solo motivada por la diáspora de sus ciudadanos sino por las críticas a la crisis económica que afecta la cotidianidad, con sueldos golpeados por la alta inflación –que el FMI calcula en más de 13,000% para finales de año– y una escasez de alimentos y medicinas nunca antes vista.
La votación con la que se ratificó su mandato ha sido condenada por distintos países. Estados Unidos, por ejemplo, la consideró «fraudulenta»; la Unión Europea denunció «irregularidades» y aseguró que estudia medidas; los países del Grupo de Lima (conformados por Canadá y otros 13 gobiernos de América) llamaron a consulta a sus embajadores en Caracas y acordaron bajar el nivel de las relaciones y bloquear fondos internacionales a Venezuela.