Las profundas huellas del Foro Mujer y Desarrollo

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Foro dirigido a reconocer derechos de las mujeres en Panamá.

Por Magíster Irma Tuñón Berrocal
Foro Mujer y Desarrollo, activista de DDHH y planificadora agrícola de proyectos

En la década de 1980, hubo un proceso de reflexión sobre la génesis de la desigualdad social, que quedó plasmado en la historia del activismo femenino. Ese proceso recibió la influencia de corrientes de investigación científica y movimientos feministas en países desarrollados y en otros de activa militancia política que orientaron el enfoque de género en las políticas públicas en Panamá.

Sin duda, ese proceso influyó en la decisión de Panamá de adherirse a la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Ese paso abrió las oportunidades de participación en las diferentes esferas del desarrollo del país. Asimismo, ayudó a consolidar a nuevas organizaciones no gubernamentales, centros de investigación y frentes femeninos en los partidos políticos.

Tras la invasión 20 de diciembre de 1989, enfilada por Estados Unidos contra Panamá, las panameñas experimentaron un sentimiento de defraudación. Pese a las condiciones adversas imperantes, emprendieron la tarea de crear un movimiento con nuevas características y tareas, lo que condujo a la creación del Foro Mujer y Desarrollo, la Coordinadora para el Desarrollo Integral de la Mujer, la Coordinadora de mujeres de partidos políticos y las Mujeres Indígenas, cuyas voces fueron escuchadas.

En 1990, fue alcanzado el primer pacto político de reconciliación nacional. Ello se produjo en el movimiento social de mujeres y se acordó constituir un espacio permanente llamado Foro Mujer y Desarrollo, cuyo objetivo prioritario fue la elaboración de un Plan Nacional. La creación del Foro fue influida por la realización del evento “Taboga”, 1992, en el que participaron unas 50 mujeres de este país.

Ese grupo femenino asumió la tarea de formular un plan para la sistematización de sus principales aspiraciones. En 1993, se formuló conceptualmente el Plan 1994-2000 y, a partir de este documento, fueron convocados una serie de encuentros para comprometer a las instancias políticas y poner en marcha su realización.

La activista Irma Tuñón durante el Foro Mujer y Desarrollo.

Durante la campaña electoral de 1994, los candidatos suscribieron un compromiso en ese sentido. Posteriormente, en la iniciativa de concertación de Bambito, se avanzó en crear las condiciones para su ejecución. Fue necesaria la operatividad de objetivos, a fin de que el documento sirviera de base a las instancias oficiales para la creación del Consejo Nacional de la Mujer, la Dirección Nacional de la Mujer y los Mecanismos de la mujer.

Una Misión Europea y consultores nacionales revisaron la propuesta y recomendaron la “operatividad del plan”. Las acciones de interés fueron formuladas en el Programa Promoción de Igualdad de Oportunidades / Unión Europea. El Plan estableció la necesidad de crear un órgano gestor de políticas públicas y se aprobó la integración de un organismo consultor y asesor, como el Consejo Nacional de la Mujer, por medio del Decreto No.70 de 1995 y a través del Decreto No.77, la Dirección Nacional de la Mujer. Al finalizar ese proceso, los consultores realizaron un proceso de investigación dirigido por el Foro Mujer y Desarrollo, Codim y Conamu, para la operatividad y perfiles de proyectos.

La constitución del Foro Mujer y Desarrollo en 1992, ha sido la experiencia más exitosa de concertación femenina. La elaboración, negociación y difusión fue concretada con una participación desde los sujetos. Esta experiencia ha significado avances para el movimiento social de mujeres. Una de las tesis del Foro, es que el proceso de formación no está agotado. Ese movimiento pasa a ser de espectadoras a actoras políticas.

Sin duda, el Foro, ha dejado huellas en el aprendizaje, en la forma de visibilizar la historia de mujeres y su participación ciudadana. Desde 1992, el Foro ayuda a la construcción de los procesos participativos en la concertación de los Pactos de Compromisos con el Gobierno Nacional y los Sectores Sociales y Económicos. Esa experiencia ha significado avances para el movimiento social de mujeres para enfrentar los retos de una sociedad en desigualdad, en la búsqueda de la paridad de género y de un imaginario feminista.

Los desafíos están ahora concentrados en la necesidad de trabajar en los puntos de convergencia de un movimiento cada vez más diverso. Ello significa alcanzar, en compañía de otros actores sociales, la construcción de espacios de diálogo y movilización, y una agenda común para recorrer el camino de las metas trazadas. La plataforma de Acción de Beijing es un horizonte que aún debe ser alcanzado.

En un extenso e histórico recorrido que ha dejado huellas en Panamá, el Foro Mujer y Desarrollo provee una contribución histórica y estratégica, principalmente al entregar a las presentes y futuras generaciones una plataforma contenida en el Plan Nacional Mujer y Desarrollo 1994-2000. (Políticas Públicas: Una propuesta Concertada desde las Mujeres) y la Ley 4 de Igualdad de Oportunidades.

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