La primavera chilena

Comentarios del Presidente de Cámara Peruana  de la Construcción CAPECO sobre lo que está ocurriendo en Chile.

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Enrique Espinosa presidente de Capeco
«He conversado con algunos amigos empresarios chilenos y coinciden en el gran problema que significa la desigualdad y confirman también que los políticos no han entendido nada y llevan años de espaldas a los problemas reales del país. Chile, y pronto los demás países de Latinoamérica, requiere un nuevo contrato social, nuevas reglas para sostener la democracia».

Por Enrique Espinosa
Presidente de Capeco

Queridos amigos. Es una pena lo que está sucediendo en Chile y lo que esperamos es que se recuperen lo antes posible. Pero no parece tarea fácil.

Para nosotros debe ser una oportunidad de analizar bien lo que está sucediendo en Chile, pues nuestro país viene detrás en muchos aspectos y muchos de los fenómenos económicos, políticos y sociales que allá suceden, al cabo de unos años se repiten de alguna manera en Perú.

En ese sentido, no creo que sea conveniente al análisis echar la culpa a la izquierda y reducir a eso un problema tan complejo ¿en serio creen que un país como Chile se puede poner entero de cabeza sólo por un alza de pasajes de metro? ¿O cabe pensar razonablemente que una organización política de izquierda puede coordinar bloqueos de carreteras, saqueos, incendios, disturbios, enfrentamientos en el 100% de las ciudades de un país que tiene 5,000 kms de largo? Pues yo pienso que no; esto ha sido una olla de presión que ha encontrado un momento para explotar, como sucedió con la primavera árabe, que fue una revuelta espontánea, sin líderes políticos, que se inicia con la inmolación de un vendedor ambulante al que la policía le requisó sus mercancías, y siguió con el apoyo de millones de árabes indignados por el sistema en que vivían.

Algunos directores de Capeco fuimos a Santiago a la feria de construcción. Pudimos conocer de primera mano una ciudad que parece Canadá o Europa (Enrique Espinosa presidente de Capeco)

Pues bien, la primavera chilena (estamos en primavera, ojo) tiene algo similar a la árabe. Los chilenos tienen décadas no sólo desarrollando la economía mas sólida de la región, sino también una de las mas desiguales. Hace poco algunos directores de Capeco fuimos a Santiago a la feria de construcción. Pudimos conocer de primera mano una ciudad que parece Canadá o Europa, moderna, limpia, alucinante, envidiable. Pero esa ciudad a la que fuimos es la mitad nomás, la otra mitad es muy distinta.

Con Alejandro Garland fuimos a visitar los proyectos de Estación Central y encontramos otro panorama, pasamos en 10 minutos de Europa a Latinoamérica; vimos un barrio con edificios tugurizados, gente pobre en las calles, basura regada, partes sin veredas. Ese es el Chile que protesta, el que lee en los diarios que su país tiene el mismo PBI per cápita que Croacia o Hungría, pero que en aquellos países la gente vive mejor. Aparte de ese Chile que protesta, decenas de miles de delincuentes comunes, que muchos chilenos no se imaginaban que existían, están aprovechando el pánico para saquear de todo, como sucedió a los pocos días del terremoto del 2010.

Actualmente en Chile viven 40.541 familias en 702 campamentos

En diez minutos pasé de Europa a Latinoamérica (Enrique Espinosa presidente de Capeco)

Los sociólogos chilenos llevan décadas advirtiéndolo. Hace dos años que estuvimos en Santiago en el Encuentro Inmobiliario, tuvimos una genial exposición de Pablo Ortúzar, en el que habló de la forma tan desigual en el que había llegado el progreso a Chile y cómo esa era la gran tarea pendiente.

Aprendamos las lecciones señores, la gente no es feliz porque tiene TV Led de 50 pulgadas o zapatillas Nike de último modelo. Las personas tienen ilusiones y sueños y en eso nuestro país está mucho mas avanzado que Chile. La cantidad de ejemplos de personas que han salido adelante y han hecho empresa y han cumplido sus sueños en Perú es enorme; los “cholos con plata” como se dice peyorativamente, casi no existen en Chile.

Para crecer y salir adelante en el país del sur los caminos son muy estrechos, casi reservados para gente de determinados colegios, universidades, barrios, clubes, círculos sociales. Y sus bajos niveles de informalidad y la rigidez de su sistema han terminado por atrapar a la gente. Los chilenos promedio ya salieron hace rato de la pobreza, pero se han encontrado con un techo de cristal y no pueden subir mas allá de Plaza Italia (el lugar al centro de la ciudad que define el inicio de los barrios ricos).

Y en lo que nos toca, pongamos las barbas (bardas) en remojo. Uno de los reclamos constantes en Chile pasa por las críticas a la calidad y tamaño de sus viviendas sociales. Sin duda es mejor vivir en un departamento de tres dormitorios en 50m2 que en un pueblo joven, pero ese alivio no dura para siempre. Si el sistema no le permite a la gente salir de esa trampa llamada clase media pues van a protestar y mas aún si ven que los ricos son cada vez mas ricos.

La primavera chilena

He conversado con algunos amigos empresarios chilenos y coinciden en el gran problema que significa la desigualdad y confirman también que los políticos no han entendido nada y llevan años de espaldas a los problemas reales del país. Chile, y pronto los demás países de Latinoamérica, requiere un nuevo contrato social, nuevas reglas para sostener la democracia.

Sobre el gobierno chileno, su actuación ha sido lamentable, una serie de errores alucinantes. Primero cierran el metro en la tarde, dejando a cientos de miles de personas volviendo a pie a sus casas luego de trabajar (listas para subirse a las protestas), luego Piñera se va a una cena por el santo de su nieto a un restaurante, permitiendo que la prensa lo siga y lo haga leña, minutos después declara una emergencia y saca al ejército a las calles.

Menos mal que el general a cargo fue mas inteligente que Piñera y sacó un contingente menor, no lo puso en las calles y lo concentro en las instalaciones estratégicas. Ni siquiera los chinos sacan al ejército para detener las protestas en Hong Kong ni los españoles tampoco en Barcelona.

CHILE, VIOLACION DE LOS DERECHOS HUMANOS

Hoy en día no sacas al ejército a las calles porque si lo haces generas miedo y rabia y exacerbas a la gente, que no es la misma que hace 50 años, que ahora está empoderada, que tiene una cámara en sus manos y sube a la red cada patada que da un soldado ¿nadie le dijo eso a Piñera? ¿Pensó que iba a parar a la gente?

Está tan desconectado de la gente que no ha sido capaz de separar la paja del trigo; ha tratado a todos los que protestan como delincuentes. Ha salido hoy, domingo al mediodía, cuando su país se está incendiando entero, en terno, con corbata, junto a tres señores igual de elegantes y distantes, a decir que está acordando con los poderes del Estado resolver la crisis ¿quién los asesora?

Los que protestan son en su mayoría jóvenes, que reclaman mejores servicios y a menores costos, sin endeudarse por la educación, por la salud, por el transporte. No los escuchan, no los entienden, los tratan con desdén, como a unos malagradecidos que no se dan cuenta que viven en un oasis de estabilidad, como dijo el presidente hace sólo una semana.

Dentro de tres semanas tienen en Chile la cumbre de la Apec. Si son sensatos lo mejor sería que la cancelen, sino van a tener que traer a los stormtroopers de la Guerra de las Galaxias, para detener las protestas o pasarán la vergüenza mas grande cancelando cenas y eventos. Luego tienen la reunión de la COP sobre el cambio climático y ahí les puede ir peor pues a esos eventos van protestantes profesionales como los Greenpeace.

Jodida la situación en Chile y penoso para un país que ha sido y es ejemplo en muchísimos aspectos para nosotros. Tomemos también lo que les pasa para sacar lecciones aprendidas.

PD. En este link pueden ver el ppt de Pablo Ortúzar, el que expuso hace dos años en Santiago. Fue premonitorio.

http://www.cchc.cl/uploads/evento/archivos/El_Gran_Concierto_.pdf

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