Por Víctor Flores Olea
La Jornada (México)
Pocas veces en la historia, una pesadilla tan amenazante ha cobrado una realidad más horrorosa que en el sueño. En todo caso resulta una excepción en la historia, pero ahora nos toca vivirla con la Presidencia de Donald Trump, en el país más poderoso de nuestro tiempo.
Antes de las elecciones en ese país, hace poco más de un año, confiábamos en la derrota del candidato desaforado, confiábamos en las raíces democráticas de su ciudadanía, que no lo dejarían pasar, y hasta pensamos que su elección frustraría sus planes más extremos en un país de equilibrios y no de medidas últimas irreversibles.
No ha sido así en térmicos sustanciales, ya que Donald Trump ha roto con los equilibrios que se pensó intervendrían para compensar los excesos. Pero no: la realidad ha sido mucho más grave que la pesadilla y todavía no despertamos de ella, sobre todo cuando sabemos que el Presidente prepara ya su reelección para el 2020, lo cual sería como una lluvia de fuego hasta ahora imaginaria pero que probablemente será real.
“En los últimos meses, mientras la perturbadora posibilidad de que una administración Trump se convertía en realidad –nos dice George Yancy, colega de Noam Chomsky en la Universidad de Harvard‒”, decidí contactar al filósofo cuya escritura, opiniones y activismo nos han dado incomparables reflexiones sobre los sistemas políticos mundiales y estadounidense desde hace más de cincuenta años. Nuestra charla, como se transcribe aquí brevemente, se desarrolló a través de una serie de correos electrónicos a lo largo de los últimos dos meses.
“En este momento político de la postverdad ‒dice Yancy‒, y dado el creciente autoritarismo del que estamos siendo testigos, ¿qué papel público crees que la filosofía profesional puede desempeñar al abordar esta situación de manera crítica?”. Noam Chomsky responde: “Tenemos que ser un poco cautelosos para no tratar de matar a un mosquito con una bomba atómica. Lo que hemos visto en relación con el momento “posverdad” es tan absurdo que la manera más adecuada de enfrentarlo podría ser ridiculizarlo.
Por ejemplo, el comentario reciente de Stephen Colbert resulta pertinente: la respuesta de la legislatura republicana de Carolina del Norte a un estudio científico, que pronosticaba un aumento amenazante en los niveles del mar, fue prohibir a las agencias locales y estatales desarrollar normas o documentos de planeación para abordar el problema, y la respuesta de Colbert fue: Esta solución es brillante. Si tu ciencia te da un resultado que no te gusta, promulga una ley que diga que el resultado es ilegal. Problema resuelto”.
“A grandes rasgos ‒continúa Yancy‒, así es como el gobierno de Trump se enfrenta a una verdadera amenaza para la sobrevivencia de la vida humana organizada: prohíbe las normas e incluso la investigación y el debate de las amenazas ambientales y corre hacia el precipicio tan rápido como puede (en aras del poder y las ganancias a corto plazo)”.
“El problema de fondo más reciente, sin embargo, es que Donald Trump, incrementó la presión sobre Canadá y México acerca del comercio, diciendo que los dos podrían evitar verse atrapados en sus considerables aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio si no ceden terreno a Washington en el acuerdo comercial del TLCAN”.
“Por lo demás, después de un fin de semana de tuits amenazando con aplicar aranceles a las automotrices alemanas, dijo que México necesitaba hacer más para detener el flujo de drogas ilegales a Estados Unidos, algo que no abarca las conversaciones sobre el TLCAN.
Sobre el mismo dijo que sólo en el caso de que México y Canadá aceptaran las propuestas de Estados Unidos para alcanzar un Tratado conveniente para ese país, Canadá y México se verían exentas de los nuevos aranceles que están en el repertorio de Trump: arancel de 25% sobre las importaciones de acero y un arancel del 10% sobre el aluminio.
Aquí se trata de un evidente chantaje a México y a Canadá: sólo aceptando las condiciones de Estados Unidos, favorables a ese país, podría llegarse a un buen fin del Tratado, si no, tanto México como Canadá se verán como víctimas de los nuevos aranceles”.
Yancy preguntó también a Chomsky: “Si tuvieras que mencionar dos o tres formas de acción política necesarias bajo el régimen de Trump, ¿cuáles serían?”.
A lo que Chomsky respondió: “No creo que las cosas sean tan sombrías. Tomemos el éxito de la campaña de Bernie Sanders, el personaje más excepcional de la elección de 2016”. Después de todo, no sorprende en absoluto que un empresario multimillonario con un amplio respaldo mediático (incluidos los medios liberales, embelesados por sus excentricidades y el ingreso publicitario que generaba) ganara la candidatura del Partido Republicano ultrareaccionario.
Frente a eso, la campaña de Sanders rompió con más de un siglo de historia política de Estados Unidos. Y esto no lo podemos olvidar, abriendo paso a ideas que parecían absolutamente desterradas en Estados Unidos, como la idea del socialismo».
Tampoco olvidemos que la revista The Economist aseguró desde antes de las elecciones que si Donald Trump llegaba a la presidencia de Estados Unidos, la estabilidad mundial estaría en peligro. Tampoco olvidemos que en sus pronósticos para la elección de Estados Unidos, el portal de BBC Mundo dio a conocer una investigación que mostraba los “10 escenarios mayores de riesgo global”. Dentro de esa lista se encontraba la posibilidad de que Trump llegara a la Casa Blanca, asegurando que eso implicaría el mismo nivel de alerta que el ascenso de los grupos islámicos extremistas.
Para The Economist el escenario de mayor peligro sería una nueva crisis financiera en China, seguida de una reedición de la Guerra Fría a partir del conflicto en Siria. La revista también alertaba sobre una crisis de mercados emergentes, o la fractura de la Unión Europea como escenarios de mayor peligro para el mundo antes de que Trump llegara a Washington D.C. Sin embargo, la revista también destacaba la amenaza comercial que Trump había ya decretado contra China y México. Que no minimizaban sino aumentaban su papel como amenaza mundial.