La marcha triunfal del samba

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Bailarina de una de las escuelas de samba en Brasil.

La marcha triunfal del samba

Es conmovedor y melancólico, poético y político: Brasil festeja en este año un siglo de historia del samba.

DW

“El samba es sinónimo del ser brasileño”, se dice en un Dossier por los 100 años de la samba del “Centro Cultural Cartola” de Río de Janeiro. “La Samba y sus protagonistas contribuyeron de un modo decisivo a la creación de la identidad nacional brasileña”, dice el texto.

Aunque la samba existe hace ya más de 100 años, el 27 de noviembre de 2016 es el día de los festejos oficiales. Ese día, pero de 1916, fue registrada en la Biblioteca Nacional el primer samba: se trató de “Pelo Telefone” del compositor brasileño Donga.

La música brasileña tiene hoy un éxito tan grande que probablemente sus primeros cultores nunca llegaron a soñarlo. Lo que en algún momento –y no hace tanto– fue estigmatizado como una música inferior de esclavos e incluso llegó a ser prohibido, hoy es considerado como el símbolo de la cultura brasileña.

Espejo del alma brasileña

En 2005, la Unesco declaró al samba patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Hoy sus tambores retumban en todo el mundo: En el Carnaval de Colonia, en el Carnegie Hall de Nueva York o en el Carnaval de Samba de Asakusa, en Japón. En este 2016, el samba fue elegido el baile del año en el marco del programa de danzas del mundo, por lo que se puede aprender en cualquier escuela de baile en Alemania.

El éxito mundial del samba, que comenzó con los cultos religiosos de los esclavos en Bahía, se sostiene en los poderosos ritmos, la resistencia social y la creatividad musical. “Con la creación de escuelas de samba accedieron los afrobrasileños a los desfiles de carnaval, al espacio público, y a un creciente reconocimiento social”, dice el texto del “Centro Cultural Cartola”.

En Brasil, la noción del samba está ligada sin embargo a algo mucho más grande que a un concepto estrictamente musical. El samba es considerado el espejo del alma del pueblo, se trata de una actitud filosófica ante la vida.

“La resistencia política, social y étnica, todo esto se refleja en la música”, asegura Lara Brück-Pamplona, investigadora del Instituto Brasileño-Portugués de la universidad de Colonia. “Es el arte de muchos brasileños pobres, que de este modo conservan el optimismo a pesar de los trastornos cotidianos”, añade.

“El Samba es democrático”

A diferencia de la exclusión y la discriminación que muchos de los habitantes de las favelas sufren hasta el día de hoy, el samba está abierto a todas las clases sociales. Incluso los turistas pueden formar parte de un bloco en el Carnaval de Rio, si es que compran un disfraz.

“El samba es democrática, todos pueden participar”, sostiene Lara Brück-Pamplona. Pero, aunque el samba haya quebrado algunas barreras sociales “para superar al racismo queda todavía un largo camino”, reconoce la investigadora.

Crítica Social

Durante la dictadura militar (1964-1985), el samba fue un instrumento sutil de rebeldía. Escritores y compositores en el exilio, como Caetano Veloso, Gilberto Gil o Chico Buarque, compusieron canciones aparentemente inocuas, pero que escondían una fuerte crítica al régimen.

El compositor Zé Keti fue claro: “Me pueden detener y golpear, pero mi opinión no la voy a cambiar”, escribió en 1965 en su hit “Opinião”. El autor, nacido en Río en 1921, es conocido como “la voz de los pobres”. Sus textos y sus amargas denuncias apuntan contra el apartheid de la aristocracia, incluso aunque estén acompañados de ritmos pegadizos.

Su hit “Acender as velas”, que describe la vida en una favela de Río de Janeiro, es considerado uno de los más tristes temas del género: “Es un corazón más, que deja de latir. Un ángel asciende al cielo. Que dios me perdone, pero lo voy a decir: el médico llegó muy tarde porque en el morro no hay automóvil para subir, ni teléfono para llamar. Y no hay belleza para ver, y la gente se muere sin querer morir”.

Triste y llena de esperanza

El diplomático y poeta Vinícius de Moraes pertenecía a ese grupo de privilegiados que Keti criticó. A él le pertenece no solo el texto del mundialmente reconocido hit “Garota de Ipanema”, sino varias letras con críticas sociales del Bossa Nova. En 1969, los militares lo retiraron del servicio diplomático.

En su “Samba da Bencão”, en el que el poeta recuerda a numerosos compositores, logró lo que tal vez sea la mejor definición de lo que es la samba: “El buen samba es una forma de oración, porque el samba es la tristeza que compensa, y la tristeza siempre tiene una esperanza de un día no ser más triste”.

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