La falacia de la “ayuda humanitaria”. Editorial del martes 3 de diciembre de 2019

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El anuncio oficial de que Estados Unidos realiza en la provincia de Darién, limítrofe con Colombia, ejercicios militares de “ayuda humanitaria”, muestra un lado deficitario y cuestionable en la política exterior y la Seguridad de Panamá, debido a lo riesgos que esa acción implica y las veladas amenazas intervencionistas de Washington que persisten contra países en el ámbito hemisférico.

La denominada operación” Mercurio”, ejecutada por contingentes estadounidenses, fue justificada por el director general del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Oriel Ortega, como si esas maniobras fuesen “un ejercicio estrictamente humanitario”, en el que se pretende simular el escenario de un desastre natural en una de las regiones más empobrecidas y abandonadas en suelo panameño.

El pronunciamiento del jefe militar panameño desconoce el claro principio de que son las fuerzas armadas de este país las llamadas a resguardar, sin injerencias externas, las fronteras nacionales de amenazas potenciales en una región sacudida por hechos violentos y planes desestabilizadores, en medio del creciente clamor popular contra los abusos de poder y las políticas económicas neoliberales.

Es vergonzoso que los oficiales del Senafront hayan utilizado el pretexto de que los efectivos estadounidenses entregarán materiales de construcción para la remodelación de escuelas en mal estado que no han sido atendidas por el difícil acceso a comunidades limítrofes con Colombia, y que han sido afectadas por el tránsito irregular de los migrantes sudamericanos que se dirigen a Estados Unidos.

Más atrevidas son las declaraciones formuladas por la teniente coronel estadounidense Laura Miller, quien señaló que “esta experiencia compartida (el despliegue programado) nos ayudará a estar más preparados para enfrentar retos a futuro y representa nuestro compromiso con una región más segura y próspera”. Parece desconocer la invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989.

Panamá jamás debería aislarse en sus relaciones internacionales en un mundo cambiante ni sacrificar su proyecto soberano al acceder a planes unilaterales. Nada gana este país con servir de plataforma de agresión a Estados latinoamericanos y caribeños. En vez de ello, el gobierno actual requiere proceder con suma cautela y apreciar el valor de la paz y la neutralidad permanente del Canal de Panamá.

3 COMENTARIOS

  1. Saludos de paz y bendiciones desde México. En Guadalajara recordaremos con Respeto y Admiración a las y los Panameños que hace 30 años Resistieron ante la Criminal Invasión del Presidente George Bush y los 26 mil soldados que fueron a asesinar a nuestros hermanos en Panamá, la hermosa Patria de Omar Torrijos Herrera y Justo Arosemena. Atentamente,
    Fernando Acosta Riveros

    • Hola Fernando Acosta Riversos:

      Muchas gracias por sus comentarios relacionados con el 20 de diciembre, que acaba de ser declarado por el gobierno panameño Día de Duelo Nacional.Aún es necesario recuperar la memoria colectiva de la gran cantidad de personas afectadas por la sanguinaria invasión estadounidense a Panamá en 1989.

      Saludos cordiales,

      David Carrasco
      Director de Bayano digital

  2. Buen y soberano artículo.
    Un pequeño error al inicio del artículo escribieron riegos, debe ser riesgos. Por otro lado, ¿Debe salir a flote quién es el personaje individual o colectivo que decide estas «participaciones» y cual es su respaldo jurídico?

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