Exposiciones de arte, talleres de música, desfiles de moda y un concurso de oratoria han llenado de cultura la provincia herediana.
Por Antonio Cartín Caballero (antoniocartinc@gmail.com)
Semanario Universidad Costa Rica
Por primera vez Heredia es la sede del Festival Flores de la Diáspora Africana, actividad que se realiza desde 1999. En esta ocasión, el Festival cuenta con el apoyo de alrededor de 25 entes públicos y privados, entre los que se destacan la Fundación Arte y Cultura Para el Desarrollo (Fuacde) y la Municipalidad de Heredia. Esta velada cultural se extenderá hasta el 8 de setiembre, fecha en que concluye el Concurso Nacional de Oratoria, que es parte del “Concurso Internacional de Oratoria Flores de la Diáspora Africana y otras culturas”.
Este concurso de oratoria es una de las razones por las cuales se escogió la provincia de Heredia como sede de todo el festival, ya que las eliminatorias nacionales del concurso se realizan en la Casa Cultural Omar Dengo. En esta ocasión, jóvenes de ocho países estarán presentes, entre ellos se encuentran representantes de: Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
“No queremos que la cultura afrodescendiente y afrocostarricense en particular se vea solo como un tema carnavalesco, somos mucho más que eso. Por eso estamos promoviendo entre los jóvenes la cultura afro en su más amplio sentido. En este marco se inscribe el concurso de oratoria, que estamos organizando por segunda vez”, explicó la organizadora del Festival y la directora del Fuacde, Carol Britton.
Britton agregó que la oratoria se ha convertido en un proyecto que ha trascendido las barreras de nuestro país. En esta ocasión los jóvenes están desarrollando, como tema central en este concurso, el legado africano en cada uno de sus países, con varios temas secundarios como: interculturalidad, derechos humanos, recursos naturales, con el propósito de captar la atención de una variedad de jóvenes y no solo de los afrodescendientes.
Esta iniciativa intenta la incorporación de la interculturalidad en los planes educativos, y que esto motive el conocimiento y estimule una discusión desde los estudiantes, con la colaboración de los docentes. Se ha logrado el impulso de cada ministerio de educación, y que estos entes gubernamentales den una cobertura en cada territorio nacional.
Pero este concurso no fue la única actividad. Se realizaron conciertos en el Parque Central de Heredia, foros en la Universidad Nacional, y diversas actividades en el centro comercial Paseo de las Flores, todas con el objetivo de difundir los aportes de la cultura afrocostarricense.
Algunos aportes de la cultura afrocostarricense
Entre los objetivos de la fundación organizadora del Festival está la difusión de los aportes de la cultura afrocostarricense en Costa Rica, que se han dado en ámbitos como: el arte, la música, política, y en la parte legislativa; en este último punto se intenta rescatar el aporte de Alex Curling, quien propuso la Ley Nº1902 en 1955, sobre la naturalización y la obtención de la ciudadanía para los inmigrantes y extranjeros residentes en el país.
“Alex Curling Delisser, padre de la igualdad en Costa Rica, empezó a abogar por que todas las personas hijas de migrantes fueran reconocidas como costarricenses. Por ejemplo en el caso de los afrodescendientes, Minor Keith dio como pago parcelas a jamaiquinos, pero no se les reconoció como propietarios, y fueron despojados de sus tierras, don Alex luchó por esa ley, con la cual se beneficiaron muchas personas, no solo para los afrodescendientes”, comentó la estudiosa en el tema, Ligia Baldi.
Las entrevistadas enfatizaron que los afrocostarricenses solo son reconocidos por su legado en el arte culinario, en la música o en la danza, pero el legado es mucho más que eso.
Dificultades para la organización
A pesar del esfuerzo de la organización, esta edición ha contado con menos actividades y una reducción de invitados internacionales, a lo que la organización aduce falta de presupuesto y la difícil situación nacional para conseguir donaciones para las actividades culturales.
Sin embargo, entre las actividades se puede rescatar la participación de la doctora Luz Amparo y de Iris de la Asunción Blanco, colombianas; ellas son dos de las invitadas internacionales, que impartieron seminarios sobre literatura y, en específico, sobre el tema de la interculturalidad, estudio que tiene un gran avance en Colombia y de esto cree Britton que el país puede aprender.
“En otros países se ha valorado el patrocinio cultural, y esto es algo que en otros países se ha identificado con el aporte de la cultura en el PIB de cada país; algunos casos son Brasil, México y Argentina, donde se ha identificado el valor de la cultura en su desarrollo”, expuso Britton.
Con estas dificultades, la organización del Festival ya se centra en la edición número 20 que se realizará el próximo año.