La coyuntura y la complejidad

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Presidente Laurentino Cortizo Cohen.

Por Benjamín Colamarco Patiño
Economista, ex ministro de Estado y ex vicepresidente del PRD

(Artículo Especial para Bayano Digital)

El 16 de septiembre de 2018, al concluir las elecciones primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD), el entonces candidato presidencial Laurentino Cortizo, al hacer uso de la palabra ante los copartidarios dijo: “A partir de hoy inicia el camino hacia la transformación que nuestro país reclama…Unamos Fuerzas para construir un Panamá próspero, de ley y orden, pero, sobre todo justo”. El Partido le asignó, a través de los votos de los militantes, un desafío monumental, y su respuesta fue categórica: “estoy preparado para asumir ese reto… estaremos a la altura del desafío”.

El 1 de julio de 2019, Laurentino Cortizo asumió la máxima magistratura de la Nación, y reiteró su compromiso con la transformación, para alcanzar los resultados que la sociedad panameña espera, con base en los pilares del Plan de Acción, y la voluntad de lograr el alineamiento estratégico de todo el equipo, en procura de la materialización de los objetivos planteados al país: “todos remando en armonía en la misma dirección”.

En el inicio del nuevo Gobierno, las circunstancias nacionales se presentan muy complejas, llenas de incertidumbres y situaciones que deben ser resueltas en las esfera económica, política y cultural, en las relaciones internacionales y en la convivencia social. Ello demandará el mayor esfuerzo, la más clara inteligencia, no sólo del Gobierno, sino de todos los panameños.

Tenemos una sociedad muy fragmentada, con una realidad deformada y desdibujada tras 10 años de decadencia, degradación, corrupción y desgreño, complicada además por las redes sociales, por las que los “internautas”, los genuinos y también los “impostores”, intercambian libremente información, imágenes, pensamientos y contenidos de toda índole, que con alguna frecuencia desinforman, o tergiversan, o manipulan desde el “rumor”, la maldad, el individualismo exacerbado, la ignorancia y los prejuicios, en fin las cosas son distintas a los viejos modelos estructurados, a la antigua cohesión de los conjuntos y sub-conjuntos sociales, los referentes se difuminan, pero, por favor, no me malinterpreten. No estoy haciendo juicios de valor, sino simplemente diciendo que los tiempos cambian a velocidades vertiginosas y que muchas veces generan “obsolescencias” en el modo de actuar, en el modo de reaccionar: de las organizaciones, en las capacidades de los partidos y las instituciones públicas.

A menudo, esas situaciones o hechos sorprenden y nos dejan atrás de los acontecimientos, a la zaga de esos cambios y tal vez nos desconciertan. Por ello, hay que cambiar de mentalidad y asumir una nueva actitud frente a la realidad que nos “aterriza” (quizás aparatosamente) y que requiere una adaptación, con ciencia, técnica, ideología y método, para reorientar en la dirección del bienestar general, de las cosas que debemos mejorar, de la modernidad para el ser humano, de algunas cosas que hay que recuperar, como la solidaridad, el humanismo, el respeto, la urbanidad, la probidad, la cuestión colectiva, las oportunidades económicas, la equidad en los intercambios, la nivelación cultural, la productividad, y la cohesión social-estatal-nacional de la República.

Puede ocurrir, que si no analizamos y procesamos situacionalmente esos hechos (utilizando también los avances tecnológicos y la “escucha activa” en internet), seamos rebasados por acontecimientos y las expectativas desbordadas e irresueltas.

Tenemos que aprender a pensar distinto, sin renegar de nuestras raíces. Debemos ser firmes en los principios fundamentales, pero innovando, experimentando, combinando… con ideas de avanzada, intentando mirar más allá de los caminos conocidos.

El desafío para la nueva Administración del Estado es poder comunicar bien y estratégicamente, ajustar y reformar el “aparato público”, para abrirlo, en orden a servir en la solución de los problemas relevantes, aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías, articular plataformas y operar colaborativamente con la sociedad en este esfuerzo mayúsculo, para lograr dar un salto cualitativo hacia el futuro, en pos de un solo Panamá, integrado económica y socialmente.

El presidente Cortizo dijo, y concluyo con esta cita: “Tenemos que Unir Fuerzas para ir cerrando la brecha de la desigualdad y de la pobreza…No hay tiempo que perder… Todos los panameños que amamos nuestro país, estamos convocados”.

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