Jóvenes colonenses buscan opciones contra la violencia

La caribeña ciudad de Colón y su importante Zona Franca muestran un declive que se reflejan en la reducción de la oferta laboral a los jóvenes.

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Sugery Perryman. (Foto Bayano)

Por David Carrasco

“Los jóvenes sin empleo y sin esperanzas en Colón Colón, buscan una opción diferente a la violencia, pero, para ello, necesita tener un apoyo institucional”, dijo a Bayano digital Sugery Perryman, vicepresidenta del movimiento “Los Imparables”, quien apuesta por las redes solidarias en la segunda ciudad del país donde operan unas 25 pandillas y hay una alta tasa de homicidios.

Perryman planteó que los adolescentes colonenses deben ser escuchados cuando levantan su voz, defendiendo sus derechos con dignidad. Indicó que, en una labor preventiva, los integrantes de “Los Imparables” trabajan con jóvenes en situación de riesgo social y han demostrado que es posible diseñar otro camino en el que la población juvenil no tenga que pelear a muerte en las 16 calles de esa ciudad, donde se encona la violencia.

La activista destacó que, en un lugar abierto en el sector de Los Lagos, ella se reúne periódicamente con chicos de 15 a 25 años de edad, con el objetivo de conversar sobre la realidad y diversos problemas comunitarios, en la búsqueda de soluciones comunes. Aclaró que, ante la falta de un local, esas reuniones convocadas en un ambiente distendido se realizan con voluntarios sentados en el suelo. En la actualidad, esos chicos aceptan que “sin dejar de ser ellos mismos, pueden lograr grandes cosas en la vida”.

Perryman confesó que se siente orgullosa de su labor, pero lamentó el trágico final de los jóvenes que se baten a tiros en las calles de la ciudad de Colón. Opinó que muchos de ellos habrían sido salvados si en forma oportuna hubiesen tenido a su alrededor a un grupo de apoyo. Reconoció que algunos infractores juveniles que ingresaron a las pandillas y empuñaron un arma, carecían de afecto en sus hogares o fueron expulsados del sistema educativo donde no obtuvieron o no encontraron una guía adecuada.

Pese a ello, señaló que a través del diálogo y la atención en los barrios, los “Los Imparales” pudieron rescatar hace poco a un adolescente involucrado en actividades pandilleriles. “A los jóvenes tratamos de instruirlos en liderazgo, ayudarlos a valorarse, tener el dominio de su carácter, sin tener que pelear para defender sus derechos, ya que se puede actuar con sabiduría y amor”, manifestó la activista en la explicación de su labor, que incluye alejar a adolescentes del consumo de drogas y sembrar en ellos la semilla del diálogo.

Perryman sostuvo que “la idea es ayudar a los chicos y chicas a no caer en la delincuencia y los vicios. Intentamos mostrarles otro tipo de opciones”. Indicó que entre los hallazgos en las comunidades figura una notoria falta de aceptación o reconocimiento a las inquietudes de los adolescentes, quienes se sienten reprimidos por una “sociedad imponente” que no se identifica con sus valores o menosprecia sus manifestaciones y conocimientos. “Los chicos de hoy no tienen dónde ir para ser escuchados”, recalcó la emprendedora.

Unos 150 jóvenes, entre ellos chicos y chicas, se han integrado en forma activa al movimiento preventivo juvenil en Colón, que carece de un local propio. Hasta ahora, han recibido apoyo del Ministerio de Seguridad, el Comité Islámico y algunos líderes comunitarios en el suministro de refrigerio y transporte a los participantes en seminarios. No obstante, para poder alcanzar objetivos a mayor escala, se requiere un efectivo respaldo de los organismos especializados del Estado, admitió Perryman,

Jóvenes colonenses en un diálogo sobre prevención.

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