Israel se burla del mundo con los asentamientos ilegales

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El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, se enfrenta la crítica mundial por la creación de asentamientos ilegales.

El régimen de Israel aprobó nuevas construcciones en la Cisjordania ocupada, y con esta medida, se está burlando de toda la comunidad internacional.

Por Rasoul Goudarzi | HISPANTV

En este artículo, analizamos diferentes aspectos de esta medida y las consecuencias que podría conllevar la inacción de las organizaciones competentes al respecto.

Ocupación de territorios palestinos

El 2 de noviembre de 1917, el secretario de Relaciones Exteriores británico, Arthur James Balfour, publicó una declaración favorable a la creación de un hogar para los judíos dentro de los territorios de Palestina. Sólo un año después de esta declaración, en 1918, el Reino Unido ocupó Palestina y entre 1919 y 1923, unos 35 mil judíos emigraron hacia estos territorios. También, entre 1932 y 1935, otros ciento cuarenta y cinco entraron ilegalmente con apoyo del Gobierno británico. La ola migratoria fue de tal manera, que el censo realizado en 1938 mostró un aumento del 30 por ciento en la población judía en esos territorios.

La situación avanzó al punto de que, en 1945, en un acto coordinado con Washington, Londres envió otros cien mil judíos desde Europa y EE.UU. a Palestina y, en ese año, la población judía conformaba ya el 32.9 por ciento de los residentes en el país árabe. En 1948, los judíos saquearon las tierras de los palestinos y motivaron la migración de cientos de miles de ellos. En estas circunstancias, el Reino Unido dejó el Mandato de la Sociedad de Naciones sobre Palestina y el entonces premier israelí, David Ben-Gurión, declaró la independencia de su régimen dentro de los territorios palestinos.

A partir de esa fecha, los israelíes atacaron en varias oportunidades a los países árabes de la región y al resto de los territorios palestinos. En 1967, los israelíes mediante la Guerra de los Seis Días se hicieron con el control de una mayor parte de los territorios árabes y palestinos. Esta ocupación provocó la rabia de los palestinos que veían cómo saqueaban sus tierras y no toleraban la violación de su integridad territorial, no obstante, el apoyo de los patrocinadores del sionismo impidió su victoria.

Israel sigue con su expansionismo

Israel no se ha limitado a los territorios que ocupó, incluso en 1967, y últimamente, está construyendo más viviendas. Este 24 de enero, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, y su ministro de asuntos militares, Avigdor Lieberman, dieron su visto bueno a la construcción de 2.500 viviendas en la Cisjordania ocupada, cuya mayoría se ubica en las colonias de los territorios palestinos. Este proyecto es el más grande que se ha adoptado en estas tierras desde 2013.

Días antes se había aprobado la edificación de 566 unidades residenciales en colonias ubicadas en Al-Quds, ocupada por Israel desde 1967. Cabe mencionar que más de medio millón de israelíes se han hospedado en más de 230 asentamientos judíos en esta zona.

Las medidas expansioncitas del premier israelí se han intensificado especialmente desde que el republicano Donald Trump asumió la presidencia en EEUU. El magnate poco antes de llegar a la Casa Blanca, había asegurado al premier israelí que apoyara a su aliado Benyamin Netanyahu, diciendo: “No podemos seguir permitiendo que Israel sea tratado con tanto desprecio y total falta de respeto. Ellos solían tener un gran amigo en Estados Unidos, pero…….” Así que ya contando con el apoyo de EEUU, Israel quiere vengar al Consejo de Seguridad de la ONU y a todos aquellos que se le opusieron.

Israel se burla de las organizaciones competentes

Los nuevos asentamientos planeados por Israel son como una burla al Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Europea, la Liga Árabe y las organizaciones pro derechos humanos, como Human Rights Watch, y otras entidades que habían condenado estas acciones israelíes.

De hecho, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución con 14 votos a favor, el pasado 23 de diciembre, en la que condenó los asentamientos israelíes y los calificó de un obstáculo serio para la solución de dos Estados.

Por lo tanto, las duras reacciones desde Palestina hasta la ONU, la Liga Árabe y la UE no se hicieron esperar. El presidente palestino, Mahmud Abás, calificó el nuevo plan como provocativo y dijo: “El anuncio israelí de construir nuevas viviendas en los territorios ocupados no es más que una declaración de guerra a la paz, una declaración de guerra a la solución de dos Estados. Esto significa que el régimen de Tel Aviv está decidido a violar el derecho internacional y la resolución más reciente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

A su vez, la ONU y la UE lo calificaron de lamentable, y consideraron que aumentan las preocupaciones acerca del fin del conflicto israelí-palestino. En este contexto, la Liga Árabe emitió una contundente declaración y, a través de su secretario general, Ahmed Abulgueit, consideró el enfoque israelí como una forma de desprecio a la comunidad internacional.

Hay que ser conscientes de que Israel, con esta medida, está desafiando a las máximas organizaciones internacionales. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene la labor de proteger la seguridad mundial y mantener la paz, la Unión Europea es un bloque importante económico y político, sin embargo, Tel Aviv los ignora y hace lo que le viene en gana. En cierta forma, cuestionando la legitimidad de estas entidades, razón por la cual, debe producirse una reacción seria, que vaya más allá de emitir comunicados y condenas sobre el papel. De no ser así, podrían salirse de control los intentos por mantener el orden internacional.

En este mismo contexto, la falta de acción real se puede señalar como otro punto que nos aclara los motivos del caso omiso de Netanyahu a las condenas internacionales. Hasta el momento, pese a que el régimen israelí ha provocado diferentes crímenes, como la matanza de palestinos en varias guerras, además de mantener el bloqueo a la Franja de Gaza, no ha habido ninguna medida seria, ni severa en su contra, así que ya es inmune ante tales críticas y condenas.

Además, ahora con el apoyo de Trump, quien también ha asegurado que trasladará la embajada de los Estados Unidos desde Tel Aviv a Al Quds, Netanyahu seguirá intensificando sus presiones a los palestinos. Por lo tanto, si no se adopta una medida eficaz contra el extremismo del premier israelí, existe una posibilidad real de que se desate una nueva guerra que podría ser letal e incluso de desgaste que devastaría la región de Oriente Medio.

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