Por Sergio Sanchez Silvera
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Periodista
El gobierno panameño debe ser concienzudo y muy cuidadoso con los informes fiscales de Minera Panamá. El gobierno carece de control sobre los minerales y demás materiales que la minera saca de este país.
Los embarques han salido y salen de Panamá sin siquiera una factura que refleje o haga referencia a lo que lleva la minera. No sé realiza muestreo y control alguno, por parte del Estado, en ninguna operación efectuada en el territorio nacional. En esa área, existe un enclave minero, que posee sus propias leyes y controles para su exclusivo beneficio.
Los informes fiscales a los socios de Minera Panama y las declaraciones de renta al gobierno canadiense, debidamente traducidos al español, deberían ser exigidos a la compañía minera por el gobierno panameño.
La situación arriba descrita implica que en caso del reclamo o demanda del Estado contra la minera, por dineros dejados de pagar por ésta en más de un año, lo tendrá que hacer en base a estimaciones o promedios de valores que en el futuro se adopten por parte del gobierno. Las cifras que proveerá la minera, son, de hecho, inciertas y poco creíbles.
Regularmente, se escucha decir a las personas vinculadas al tema minero, que hay grandes diferencias entre los argumentos que la minera plantea al gobierno de Canadá y los documentos que presenta a las autoridades en Panamá.
Hace algunas semanas, llegó a mis manos una supuesta copia de la declaración de renta de la empresa minera rendida al ente recaudador en Canadá. Ese fue un asunto complicado por la forma en que la minera combina los estados financieros de todas las minas que tiene a lo largo del mundo, de modo que hasta un experto en estos menesteres tardó en llegar a una conclusión sobre qué cifras correspondían a cada explotación minera.
Los expertos de la Dirección General de Ingresos (DGI) podrían dar un dictamen claro sobre ese tema, para que no queden dudas sobre si existen diferencias notables de las que se habla. Es absurdo que la minera pague más impuesto en Canadá que en Panamá, la dueña de los recursos bajo explotación.
Se puede afirmar que en cada renglón de sus operaciones, Minera Panamá deja muchas dudas en materia de trasparencia y la forma en que consigue el visto bueno para seguir operando. Sin duda, el gobierno panameño y la empresa extractivista ganarían muchísimo con una exposición transparente y clara de beneficios y pérdidas.
Es importante evitar que con Minera Panamá se repita el caso de Petaquilla Gold y Minera Santa Rosa, que cerraron sus puertas y hasta el día de hoy no se conoce un informe detallado sobre las ganancia o perdidas en las explotaciones de cobre y otros minerales.
