Por Gerardo Berroa Loo
Director de La Estrella de Panamá
Los problemas acumulados de la sociedad están que nos revientan en la cara. El país atraviesa por una crisis institucional muy seria y la solución, lejos de llegar, se aparta, porque parece que los políticos la quieren extinguir con gasolina.
Las acusaciones entre uno y otro extremo, es de incendiarismo y flaco favor le hacemos a la Patria actuando de tal manera. Lo que cabe es entablar un diálogo franco, incluyente, donde se tome en cuenta a todos los sectores y planear el Panamá por los próximos cincuenta o cien años.
Empecemos reactivando la Concertación Nacional y, paralelamente, bajar los ánimos. Este país no es ni de Popi ni de Pedro; este país es de todos los panameños. Necesitamos reconciliar el país, que la sociedad vuelva a tener confianza.
El trabajo tampoco es de los políticos, de los diputados, los magistrados o del Ejecutivo. El trabajo es de cada uno de los líderes de este país, sea obrero, gremial, sindical, empresarial o religioso, porque Panamá nos importa a todos.
Uno de los factores que influye en la no reconciliación del país es que cada uno dice y hace lo que más cree conveniente desde su perspectiva.
Sin embargo, lo que necesitamos es que todos trabajemos en un mismo rumbo, por una misma meta y por un mismo país. Es hora de que todos reconozcan su papel en la solución de los problemas, en lugar de seguir acentuando en los errores del adversario. ¡Así de simple!