Identidad y Patrimonio
El patrimonio cultural es la fuente de nuestra identidad y el sello que nos distingue como nación. Lo componen los bienes que nuestros antepasados han valorado y conservado en el tiempo. Conocer nuestro patrimonio nos ayuda a desarrollar una conciencia más aguda acerca de nuestras raíces y nos permite comprender la riqueza de otros pueblos y culturas. El respeto al patrimonio es la puerta al diálogo intercultural.
Uno de los papeles de la educación es asegurar la comprensión de los códigos de pertenencia para establecer, sin riesgos de confusiones desestabilizadoras, los necesarios diálogos con otras culturas. Por esta razón, es de suma importancia generar en niños y jóvenes aprendizajes que valoren su patrimonio cultural. Esto permite la contextualización cultural de los currículos escolares, lo que los hace más pertinentes, y mejoran los resultados académicos y la equidad de los aprendizajes al ofrecer a los sectores populares procesos educativos que se originan en la valoración de su cultura.
Además, trabajar con el patrimonio cultural posibilita la integración de la comunidad en los procesos de aprendizaje escolar, factor de éxito reconocido en la mayoría de las innovaciones educativas de la región.