Por Alberto Velásquez
Periodista y relacionista público
Recién se desarrollaban las actividades públicas, a raíz del golpe de Estado del 11 de octubre de 1968. Tras el estallido político y el inicio del gobierno militar, era pintoresco el hecho de que empresarios de distinta índole intentasen lucirse en presencia del general Omar Torrijos, a través de regalos. Muchos obsequios eran remitidos a la casa del jefe de gobierno, en calle novena, en el barrio de San Francisco, en la ciudad de Panamá.
En una ocasión, sentado en compañía de Torrijos y del colega periodista Escolástico “Fulele” Calvo, presencié la descarga de regalos depositados en un camión. La carga incluía televisores, muebles y objetos de toda clase para uso residencial, pero que Torrijos nunca utilizó en su hogar.
Con pleno conocimiento de la idiosincrasia del pueblo panameño, enfrentado a la precariedad, el jefe militar ordenaba a su tropa que llevase esos artículos a las viviendas de gente humilde. El destino final de esos productos eran orfanatorios, iglesias y diversas comunidades, bajo el concepto de era necesario privilegiar el interés social de familias que aspiraban a un mejor futuro para sus hijos.
A Omar Torrijos, lo conocí antes de que fuese Omar Torrijos.
Junto con otros capitanes, como Ramiro “Pili” Silvera, el “Perro” Hurtado y oficiales de la Guardia Nacional, Torrijos recorría la ciudad capital en “radiopatrullas”. Esos hombres de uniforme eran asiduos visitantes de las tiendas de los hermanos Suárez, Milton y Toño, con quienes obtenían fiados sus alimentos para sus respectivas familias. En aquellos años, yo trabajaba para los Suárez, como encargado de los depósitos bancarios, pese a que todavía era estudiante en el Instituto Nacional.
Después del 11 de octubre de 1968, observé las acciones con sentido humanitario de Omar, sobre el destino uso social de esos obsequios, y la necesidad llevar adelante la construcción de un país más. Junto con “Fulele” Calvo, participé en diversas iniciativas dirigidas a divulgar el proceso revolucionario panameño, en medio de las críticas infundadas y publicaciones que proliferaban en otros países y cuyo objetivo era desacreditar el liderazgo creciente de Torrijos.
Surgió entonces la idea de que varios periodistas viajáramos, primeramente, a Centroamérica y México, para realizar la misión de divulgar los avances políticos y los alcances que tenía el gobierno de Panamá en el ámbito social y en la lucha para la recuperación del Canal de Panamá, en poder de Estados Unidos.
La delegación estuvo integrada por los periodistas Escolástico Calvo, Cristóbal Sarmiento, Danilo Eloy Luna, Jaime Padilla Béliz, Armando Moreno Guillén, y el suscrito Alberto Velásquez. Contactamos a directores de medios y nos reunimos con casi todos los prestigiosos periodistas del área. Fuimos bien recibidos por los colegas, a quienes explicamos el proceso de transformación iniciado en Panamá.
En el trayecto, tuvimos oportunidad, incluso, de hablar con algunos exilados panameños, como los activistas Alonso “Bucho” Pinzón y Luis Gaspar “Toti” Suárez, a quienes facilitamos el regreso al país, luego de diversas gestiones personales.
La gira terminó en México, con magníficos momentos entre colegas de todas las tendencias políticas, comprendiendo el origen y desarrollo de la revolución octubrina.
La misión de los periodistas culminó con un gran encuentro que fue celebrado meses después en Panamá. En esa histórica reunión, participaron 300 periodistas de México y Centroamérica, con la atención directa del general Omar Torrijos.
La acción logró magníficos avances en la comprensión de lo sucedido en este país, a partir del 11 de octubre de 1968.
En la era de Torrijos, se alcanzaron notables objetivos sociales, económicos y políticos. Sin embargo, lo sucedido durante la administración del general Manuel Noriega es otra historia en la que no hubo avances democráticos visibles. Ahora, en su féretro, Omar debe sentirse traicionado por quienes han asumido el poder y prometieron seguir la lucha a favor de los pobres y la capas medias de la población.
FOTO HISTORICA E INSPIRADORA—NUESTROS ANCESTROS SOCIALES QUE SALVARON A LA PATRIA DE LOS DEMONIOS….LOOR..GRATOS RECUERDO PARA NUESTRA PATRIA..LA PATRIA DE MI GRAN OMAR…..DIOS ME LO CONSERVE EN LA GLORIA ETERNA…AQUI ESTAMOS MI GENERAL –A LA PATRIA NO SE LE PONEN CONDICIONES..ALELUYA..DIOS PRIMERO.EL CREADOR DE TODAS LAS COSAS.