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La Cancillería de Guatemala ha pedido el martes una investigación “clara” sobre la muerte del segundo menor migrante guatemalteco bajo custodia de EE.UU.
En un comunicado publicado en la misma jornada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala lamentó la muerte del niño y subrayó que desde el Ministerio “se han solicitado los informes médicos que se practiquen para esclarecer la causa de la muerte del menor”. Su muerte “está en investigación”, según dicho comunicado.
Pidió, asimismo, respuestas para la muerte de la primera menor migrante guatemalteca, Jakelin Caal Maquín, fallecida en similares condiciones 48 horas después de ser detenida junto a su padre en la frontera de EE.UU.
La directora de Comunicación Social de la Cancillería guatemalteca, Marta Larra, comenta que, de momento, no tienen los datos de los nombres y comunidad de origen del segundo menor muerto ni de sus padres.
Añade también que “por protección a la familia no podemos darlos [sus nombres], a no ser que ellos autoricen”.
Sobre este mismo caso, la canciller guatemalteca, Sandra Jovel, ha declarado: “Ha instruido atender este caso con la mayor diligencia posible […] Toda la asistencia y protección consular necesaria al padre, así como se hará cargo del proceso de la repatriación de los restos del menor hacia Guatemala”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza anunció el martes la muerte de un segundo niño migrante guatemalteco de 8 años, que, según la información existente, comenzó a mostrar signos de “una posible enfermedad” el lunes cuando estaba bajo custodia de los agentes fronterizos de EE.UU.
De acuerdo con dicha Oficina, los médicos diagnosticaron que el niño sufría un resfriado común y, cuando iban a darle el alta, se dieron cuenta de que tenía fiebre. El niño murió una hora después.
Se trata de la segunda muerte en tan solo un mes de un menor migrante mientras estaba bajo arresto de las autoridades de EE.UU. El 8 de diciembre falleció la niña guatemalteca Jakelin Caal bajo custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense y su muerte provocó duras críticas a las políticas de migración del presidente de EE.UU., Donald Trump, por parte de los defensores de los migrantes y los demócratas en el Congreso de EE.UU.
También la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha recordado a la Administración de Estados Unidos la necesidad de investigar estos incidentes y depurar responsabilidades.