El sector agropecuario en Panamá enfrenta amenazas que afectan su crecimiento y desarrollo. Una suma de problemas sin solución inmediata agravan esa realidad socioeconómica en el contexto de la sindemia de Covid-19.
Entre los obstáculos y los retos del sector agropecuario, figuran el modelo agroimportador impuesto por las cadenas agroalimentarias, las condiciones onerosas aplicadas por los bancos a los préstamos bancarios, el contrabando de productos, la falta de respaldo en la generación y transferencia de tecnología y el alto costo de los insumos adquiridos por pequeños y medianos productores.
Datos suministrados por el Banco Mundial revelan que de 2010 al 2015, la participación de la agricultura en la formación del Producto Interno Bruto (PIB), de Panamá, fue de un 3,3 por ciento. En 2020 y 2021, el sector siguió en declive y en desventaja ante las importaciones, mientras que los consumidores eran víctimas de la especulación en los precios.
Pesé a la ayuda transitoria del Estado, el modelo económico neoliberal vigente rivalizar con los intentos de productores agropecuarios de procurar la seguridad y la soberanía y la seguridad alimentaria. A ello, se suma la falta de preparación, en materia de eficiencia tecnológica, frente a los períodos de desgravación de los Tratados de Libre Comercio (TLC).
Café Bayano decidió dar voz a los productores en la actual coyuntura, en la búsqueda de los mecanismos idóneos que contribuyan al debate para encontrar las mejores respuestas y soluciones a los graves problemas nacionales, que han derivado en la pérdida de explotaciones agropecuarias y el descenso en la mano de obra rural contratada.
