Bayano digital aprovecha la compleja situación política en Panamá para divulgar un pronunciamiento del Frente Amplio Colonense, en el que se llama a la unidad de las fuerzas sociales en este país en procura de soluciones a la crisis.
CON LA UNIDAD TODO, SIN LA UNIDAD NADA
En mayo de este año, el movimiento sindical realizó una significativa marcha a la Presidencia de la República, donde fue entregado un pliego de aspiraciones de 32 puntos. Esos puntos resumieron aspiraciones legítimas del pueblo panameño en materias diversas, sin dejar a un lado el tema de la corrupción, entendida como responsabilidad de entes del Estado, junto a privilegiados de la empresa privada, entre otros.
Tiempo antes, una chispa se había prendido en Colón, con rasgos de madurez en lo que se refería a la UNIDAD de acción de todas las fuerzas sociales que se ven afectadas por el modelo de hacer riquezas. Ese modelo económico opresivo, conocido como neoliberal, genera las grandes desigualdades en el país. Así, se conformó la Coalición por la Unidad del Pueblo Colonense (CUCO), integrada por organizaciones laborales, gremiales y de pequeños empresarios, quienes lograron sentar al escurridizo gobierno y alcanzar algunos acuerdos de beneficio para la provincia. Es una lección aprendida por los colonenses: ¡Con la unidad todo, sin la unidad nada!
Recientemente, se encendió otra chispa que provocó más calor que el producido en las jornadas de protesta en Colón. Lo que se preparaba por parte del movimiento popular (y sus 32 reivindicaciones posteriormente sintetizadas en unas siete), fue prácticamente anticipado por la intrepidez de un gremio, que no esperó que los motores del resto del movimiento popular estuvieran calentados. Ello aceleró un proceso de involucramiento que favoreció un auge de las clases populares no vistas desde mediados de la década de 1980.
Esa chispa se prendió en Chiriquí, en la Comarca Ngabe-Buglé y en Veraguas, con agrupaciones que se conocieron con las siglas de ADEPO, a la que le siguió casi simultáneamente el movimiento popular de varias provincias, bajo la denominación de Alianza Pueblo Unido por la Vida.
Sin embargo, la primera no había aprendido la lección de Colón sobre la UNIDAD. Ello se reflejó en una acelerada firma de acuerdo, en el que las propias bases presionaron para desconocerlo, la misma noche del domingo 17 de julio. Ese hecho pudo ser posible debido a la persistencia y organización de la Alianza Pueblo Unido, que le dio cuerpo y aliento al pueblo, evitando que el gobierno quebrarse la voluntad del movimiento social, que interpretó a una sociedad que no está protestando por unos centavos más o unos centavos menos, sino en contra de un escandaloso modelo de distribución de las riquezas generadas en el país.
A esa unidad, le temen sectores recalcitrantes de la empresa privada, privilegiados con la forma de hacer riquezas, corrupción incluida. Por ese motivo, dichas élites económicas, hacen “llamados al orden”, a través de lideres gremiales y mercenarios en medios de comunicación y redes, lo que para el buen entendedor significa, llamado a la represión del movimiento popular.
Sin embargo, en diversas acciones, como la actual, las bases imponen el ritmo y en buena medida su orientación. Esto dio lugar a qye las bases descontentas de la ADEPO, no viesen salida más inteligente que la unificación de todas las fuerzas en un solo organismo de dirección de lucha el pasado 18 de julio… La lección parece haber sudo aprendida:
¡CON LA UNIDAD TODO, SIN LA UNIDAD NADA!
¡VIVA LA UNIDAD DE LAS CLASES POPULARES!