(Redacción de Bayano digital)
El Foro Social Panamá II, celebrado del 21 al 23 de octubre, culminó con dos resoluciones en las que dirigentes del movimiento popular, académicos, investigadores, religiosos, obreros y ambientalistas coincidieron en exigir al gobierno del presidente Laurentino Cortizo la defensa de los recursos naturales, el freno a la depredación del ecosistema por empresas mineras, así como la defensa de la soberanía nacional frente al modelo neoliberal.
El evento, que fue efectuado con el apoyo técnico de la Universidad de Panamá, la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá (APUDEP) y organizaciones sociales, incorporó conferencias magistrales que ayudan a entender los alcances del proyecto global de las multinacionales en países del llamado Tercer Mundo y los riesgos de contaminación generados por la minería a cielo abierto en áreas tropicales en este país.
Bayano digital incorpora en este espacio el contenido de ambas resoluciones emanadas del pleno del Foro Social Panamá II, realizado en línea para examinar los asuntos relacionados con la Minería, Ambiente y Desarrollo Social:
Resolución No. 1
Los representantes de organizaciones sociales y participantes en el Foro Social Panamá II: Minería, Ambiente y Desarrollo Social, celebrado del 21 al 23 de octubre, suscriben la presente resolución.
Considerando:
Que el Estado panameño ha desconocido la Constitución Nacional, en materia de concesiones, al emprender negociaciones con la cuestionada empresa Minera Panamá, S.A., pese a que un fallo de la Corte Suprema de Justicia la obligaba a suspender las operaciones de explotación de la minería metálica en el distrito de Donoso, en la provincia de Colón.
Que esa decisión ejecutiva vulnera el principio de apego a la ley y a la institucionalidad jurídica, al haber sido desconocida la aplicación del antiguo Código Minero vigente, con el pretexto de favorecer la negociación con una empresa en conflicto con los intereses nacionales en la República de Panamá.
Que el proceso de negociación descrito implica la posibilidad de ampliar el dominio, la exploración y la explotación de otras áreas naturales ricas en minerales, lo que genera un altísimo riesgo para las reservas hídricas y una amenaza a la fauna, la flora y la calidad de vida de poblaciones en áreas circundantes que dependen del agua y del ecosistema para garantizar una existencia digna.
Resuelve:
Primero: Rechazar la renovación de contratos a Minera Panamá, S.A., y repudiar la aprobación de nuevas concesiones de explotación al margen de las advertencias de la comunidad científica, amplios sectores de la sociedad y, de manera particular, las voces de las comunidades rurales que demandan ser consultadas para decidir el modelo de desarrollo económico y social que más convenga a la población.
Segundo: Oponerse en forma clara y contundente al reparto de zonas forestales y de gran riqueza natural, como el Corredor Biológico Mesoamericano, fracturado por la minería a cielo abierto, con el objetivo de reducir los riesgos de contaminación por el uso de sustancias tóxicas en los procesos industriales de separación de oro y cobre, y otros minerales.
Tercero: Exigir al Estado panameño la formulación y ejecución de una estrategia de desarrollo integral e inclusivo, que privilegie la protección del patrimonio nacional y respete el principio del consentimiento de las comunidades, para frenar la codicia de las empresas mineras en este país, como parte de los esfuerzos encaminados a la refundación de la República.
Dado en la Ciudad de Panamá a los 23 días del mes de octubre de 2021.
Resolución No. 2 Sobre la Refundación de la República
Considerando:
- Que la intensidad de las interacciones de la sociedad con el medio natural está en dependencia de la armonía que exista entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales y económicas de producción existentes.
- Que siendo el ser humano el factor más dinámico de los componentes de las fuerzas productivas y que su relación con el medio natural lo hace a través de los instrumentos de trabajo y de la tecnología a su disposición, en las condiciones en que las relaciones sociales y económicas permitían autónomamente decidir qué, cómo y cuándo producir, al identificar algún efecto negativo para la vida humana y su entorno, este sujeto era capaz de hacer los ajustes correspondientes en los instrumentos de trabajo para buscar mejores condiciones de vida y de armonía con el medio natural.
- Que producto del desarrollo del capitalismo y su modelo neoliberal, en el que su guía espiritual son las leyes ciegas del mercado, esta articulación estrecha del ser humano con los medios de producción se fracturó y la decisión de qué, cómo y cuándo producir, ha quedado en manos de corporaciones transnacionales cuya ley fundamental es la maximización de ganancias y no el bienestar de la población y la sostenibilidad ambiental, que amenaza todas las formas de vida, incluida la humanidad.
- Que la invasión del ejército estadounidense, en diciembre de 1989, liquidó el proceso de liberación nacional, permitiéndole sólo avanzar en su fase anticolonial e instaurando un Estado tutelado, atenazado por una infinidad de lazos neocoloniales, que impiden el ejercicio pleno de su autodeterminación y defensa de la soberanía nacional. Muy por el contrario, se observa un Estado excluyente, administrado por un gobierno secuestrado por los intereses de las grandes corporaciones transnacionales, en alianza con los intereses dominantes en el país.
- Que ha quedado en evidencia el fracaso del modelo de Estado tutelado impuesto por la invasión y el rumbo de descomposición de ese mismo Estado, que no está en capacidad de resolver los apremiantes y graves problemas que plantea la sociedad.
- Que es evidente que el sistema jurídico-institucional del Estado panameño se ha sumergido en una profunda crisis, como consecuencia de su alejamiento en defensa del interés general de la nación. En cambio, apaga en forma creciente el clamor de la ciudadanía en las instancias de los poderes tutelados del Estado, sin perspectiva de arreglo a sus demandas.
Resuelve:
- Convocar a todas las fuerzas democráticas, los afrodescendientes, movimientos sociales, trabajadores sindicalizados y trabajadores del campo y la ciudad, grupos religiosos, estudiantes, profesionales, pueblos originarios, organizaciones barriales, educadores, artistas, científicos, empresarios y productores patriotas, movimientos de mujeres, movimientos juveniles y progresistas del país, para realizar un amplio debate nacional sobre los problemas que están impactando en los distintos estamentos de la sociedad panameña.
- Aprovechar este debate nacional como plataforma social para el lanzamiento de un proceso constituyente que madure la conciencia sobre los candentes problemas, especialmente la necesidad del ejercicio soberano en el uso de los recursos a favor del desarrollo humano, la sostenibilidad ambiental, y que ello permita construir un poder constituyente en una correlación de fuerzas que haga viable la transformación del contenido social del Estado y la refundación de la República.
Dado en la ciudad de Panamá, el 23 de octubre de 2021