FMI reitera su prescripción anticrisis y recomienda impuestos a los más ricos

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"El FMI ha estado abogando por un impuesto mínimo global a la renta empresarial como una forma de frenar la carrera a la baja de los impuestos para las sociedades", afirmó Vitor Gaspar, director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI. (Foto: Brendan Smialowski / AFP).

Por Heather Scott

Este nuevo pronunciamiento a favor de una reforma fiscal se produce justo cuando los ministros de Finanzas del G20 están reunidos y tienen en la agenda la discusión de un acuerdo para establecer un impuesto mínimo global a la renta empresarial.

Las empresas más ricas que se han beneficiado durante la pandemia pueden pagar más impuestos de forma temporal para financiar la recuperación, defendió este miércoles el FMI, en su campaña para presionar a los gobiernos a unificar el nivel impositivo de la renta corporativa.

Este nuevo pronunciamiento a favor de una reforma fiscal se produce justo cuando los ministros de Finanzas del G20 están reunidos y tienen en la agenda la discusión de un acuerdo para establecer un impuesto mínimo global a la renta empresarial.

Este gravamen equilibraría la erosión de las arcas gubernamentales por la utilización de paraísos fiscales por parte de las empresas.

«El FMI ha estado abogando por un impuesto mínimo global a la renta empresarial como una forma de frenar la carrera a la baja de los impuestos para las sociedades», afirmó Vitor Gaspar, director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI.

Gaspar indicó que estas reformas son «importantes para asegurar que los gobiernos tengan los recursos que necesitan para las variadas prioridades de gasto que deben atender».

El funcionario del FMI habló con la prensa después de presentar el informe sobre el estado de las finanzas públicas «Monitor Fiscal», divulgado en el marco de las reuniones semestrales del FMI y el Banco Mundial, que se realizan esta semana de forma virtual.

El Fondo también reiteró su sugerencia de que los países recurran a impuestos para los más ricos – aunque sea de forma temporal – para financiar programas.

«Para ayudar a satisfacer las necesidades de financiación, los responsables de las políticas públicas podrían considerar contribuciones temporales para el covid-19, aplicadas para las rentas más altas o a la riqueza», indicó la organización en el informe.

Paolo Mauro, subdirector del Departamento de Finanzas Públicas destacó esta idea de una «contribución a la recuperación» o una sobrecarga a la renta de personas o de empresas «dado que algunas compañías han registrado muy buenos resultados» durante la pandemia».

Los precios de las acciones de muchas empresas han subido en todo el mundo durante la crisis sanitaria, acelerando las ganancias en las últimas semanas, en las cuales se han roto consecutivamente varios récords bursátiles, de la mano de una recuperación de la economía.

El gobierno de Joe Biden anunció la semana pasada un plan para subir el impuesto a la renta empresarial para financiar su gran plan de infraestructuras con el objetivo de crear empleo, con un costo de 2 billones de dólares.

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen indicó que impulsará ante el G20 la adopción de un impuesto mínimo global a la renta empresarial, una propuesta que cuenta con el apoyo de varios países desarrollados.

La inversión en vacunas va a «pagarse por sí sola»

Estos recursos pueden ser usados para apuntalar las economías de cada país y específicamente para acelerar las campañas de vacunación para terminar con la pandemia, lo que generaría más ingresos e impulsaría el crecimiento.

«La vacunación va a pagarse por sí sola, proporcionando un excelente valor al dinero invertido en la producción global de vacunas y su distribución», indicó el FMI en el informe.

Los economistas calculan que si se controla la pandemia antes de lo esperado – lo que implica que la mayoría de los países tengan un acceso amplio y asequible a la vacuna para principios de 2022 – se produciría un «crecimiento económico más fuerte» y más de un billón de dólares en ingresos fiscales para las economías avanzadas para 2025.

Esta semana el FMI mejoró sus perspectivas para la economía global, pronosticando un crecimiento del 6% para este año, tras la contracción de 3,3% en 2020, que marcó la peor caída del PIB en tiempos de paz en un siglo.

Para Latinoamérica, el Fondo pronosticó un crecimiento del 4,6%, pero advirtió que la expansión a largo plazo está supeditada a la evolución de la pandemia.

El FMI destacó las respuestas rápidas implementadas por los gobiernos para intentar contener el daño a la economía, que suman cerca de 16 billones de dólares.

Sin embargo, advirtió que terminar con la crisis de salud sigue siendo crucial para que la recuperación sea sólida y afirmó que la distribución de vacunas para los países pobres ha sido «muy injusta».

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