CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) – El presidente de EEUU, Donald Trump, se ensañó con México en su primer año en la Casa Blanca, y con sus ataques en materia comercial, migratoria y de seguridad, modificó el paradigma de una relación bilateral de décadas, estimaron analistas consultados por Sputnik.
“Trump ha causado una crisis grave al abrir profundas grietas entre los gobiernos y las sociedades de ambos países, hizo retroceder la relación con sus insultos y acciones de agravio contra los mexicanos, que utiliza con fines electorales dentro de EEUU”, dijo a esta agencia Carlos Heredia, profesor de posgrado en la división de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica.
El balance de un año de su asunción como presidente de EEUU, que se cumplió el 20 de enero, “es ominoso, muy negativo, y lo que más preocupa es que Trump refleja una tercera parte del electorado, que está de acuerdo con estas políticas agresivas”, dice el también experto, consejero del Instituto México del independiente Woodrow Wilson International Center, con sede Washington.
Las medidas concretas han causado “un deterioro serio y profundo” de la relación bilateral, que Heredia ilustró con tres ejemplos.
En primer lugar, Trump “demuestra un total desprecio para el conjunto de América Latina con la orden de construir un muro en la frontera” con México como principal promesa de campaña, a pesar de que solo logró construir algunos segmentos piloto y aún no logra los 20.000 millones de dólares de su presupuesto.
En segundo lugar, dice el especialista, su intención abierta de sacar a EEUU del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) “apunta a una reversión de la integración y a un retroceso al pasado en las relaciones económicas de la región”.
En tercer lugar, dentro de EEUU, Trump “lanza un discurso populista, pero gobierna como un oligarca”, afirmó.
Sus acciones consumadas, como la reforma fiscal que reduce los impuestos corporativos y recorta el presupuesto federal estadounidense, “lastiman gravemente a los grupos vulnerables, y una buena parte de ese sector afectado es la población latina en EEUU”, continuó.
La estrategia mexicana
México apostó a persuadir al presidente estadounidense de la sensata importancia económica de la relación, aunque a juicio de Heredia, eso no dio resultado.
“Esa estrategia fracasó, porque Trump no atiende graficas ni números, él toma decisiones con base en sus impulsos personales”, estimó.
Un segundo camino se dirigió hacia los aliados comerciales en EEUU, como los productores de granos, con algunos resultados.
Pero el investigador señala la ausencia de los trabajadores y los ilegales en la estrategia negociadora.
“Los salarios de los trabajadores mexicanos son un subsidio desleal, un cínico “dumping social”, que las autoridades mexicanas definen como un asunto interno no negociable.
La segunda ausencia son los más de 11 millones de ilegales en EEUU, “históricamente ausentes en las políticas mexicanas, que las elites sólo miden por el aumento de las remesas en 2017”, para mantener el alicaído consumo interno.
Amenazas al TLCAN desvanecidas
El año 2018 amaneció en México con una desaceleración económica y el temor de una fuga de inversiones, para aprovechar los bajos impuestos en EEUU.
Sin embargo, la jefa de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller, dijo a Sputnik que “los participantes de los mercados han restado importancia a los comentarios proteccionistas de Donald Trump”.
La fuerza de la amenaza se ha desvanecido y el peso mexicano se apreció 15% frente al dólar en 2017.
“Los mercados ya consideran que es una retórica del presidente, dirigida a su base electoral y no es la verdadera estrategia de negociación”, afirmó la analista.
Siller anticipó que las próximas negociaciones del Tlcan “concluirán con avances significativos y no con un escenario de confrontación e incertidumbre”.
El periodista y escritor Federico Campbell Peña, autor del libro “Stop Trump”, dijo por su parte a Sputnik que “la presión pública nacional y el marco electoral obligaron al Gobierno de México a responder fuerte a los chantajes de Trump”.
La cancillería ratificó que “no pagará, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, un muro”, y que no era moneda de cambio por un acuerdo comercial, expresó.
Sin embargo, Campbell Peña señaló que aún existe una interrogante: “hasta qué grado México aceptará la imposición en temas vitales, como energía, (y) en la explotación de petróleo y gas”.
Finalmente, indicó que algunos sectores mexicanos excluidos o afectados por el pacto original de 1994, en el campo y la industria, “ven la renegociación (de Tlcan) como una oportunidad de otro camino”.
El autor consideró positivo que “por primera vez los tres principales precandidatos a la presidencia reaccionaron igual contra la ofensiva de Trump”.
En ese tema coincide Heredia, quien señaló que “el mayor riesgo en 2018 para México no son los candidatos opositores, ni Trump ni hackers rusos”, sino que de cara a los comicios nacionales, el principal desafío será “que el grupo gobernante se aferre al poder y decida mantenerse a cualquier costo”, puntualizó.
La siguiente ronda de negociación comercial será en Montreal, Canadá, del 23 al 28 de enero, y las elecciones generales en México se realizarán el 2 de julio de 2018.