El distrito de Barú, que durante más de un siglo fue el epicentro de la actividad agroindustrial bananera y platanera, ha sido el epicentro de luchas por las reivindicaciones salariales y soberanas ante la desmantelada multinacional Chiriquí Land Company.
Ese municipio, enclavado en un área limítrofe con Costa Rica, enfrenta un nuevo proceso de despojo territorial en perjuicio de productores independientes que claman justicia tras la pérdida de sus fincas a manos de enemigos del desarrollo humano.
Poderosos intereses económicos afectaron las actividades económicas de beneficio colectivo para favorecer a grupos privados, en complicidad con autoridades judiciales y cuerpos de defensa fronteriza en Barú.