¡Vienen los amos chocolates…ya vienen!, gritaba feliz un “zonian” leal a Gringolandia, después de escuchar las dos designaciones del presidente Cortizo a la Junta Directiva de la ACP. ¡Qué rapidez para olvidar a Omar Torrijos!
Llenos de vergüenza canalera, muchos recitaron “Panamá Defendida”, de José Franco: “Patria mía, cuántas veces tus horas son horribles cloacas, oscuros pozos de miedo estremecido. ¡Cementerios de tristes excrementos!”
El profesor Luis Navas Pájaro fue “ninguneado” en la ACP, pero a su lado está un pueblo luchador que no bajará la guardia frente a la amenaza. Nadie olvida que su hermano Juan murió defendiendo la soberanía total de Panamá.
La cochina oligarquía está de plácemes, por sacar provecho del Canal. Le falta comprar a los diputados, pero los lectores de Bayano guardan las horcas que iban a ser usadas por el pueblo en la gesta de diciembre de 1947. ¡Atrévanse!
En el siglo XIX, en un debate en la Asamblea Nacional, Mateo Iturralde pronunció la frase: ‘¡Yo no vendo mi Patria!’, en respuesta a la presión para que diera su voto a lo que consideraba una gran inmoralidad y un entreguismo.
Al neoliberalismo no le importa que los pobres se maten a tiros y puñaladas en barrios marginales, mientras se fragua el gran saqueo del país. Ya lo dijo José Saramago: “lo que nos queda es la conciencia, y no debe estar en venta”.
Lo más triste de todo, es que Panamá ha corrido a meterse debajo del paraguas del Pentágono, con el cuento de que necesitamos un papá rubio, grande y repelente. Y seguimos en la coalición bélica contra IISIS. ¡Qué horror!
Poco ante de enviar a la ACP a dos muchachones que tienen el aval oligárquico, Cortizo designó a Enrique Lau Cortés al frente de la Caja de Seguro Social. Alguien lo vio poniendo letreros con el lema “For sale” en terrenos de la UP.
Lau Cortés tiene más formación profesional y créditos que Jack el Destripador, pero con el “feeling” de vendedor. Para llegar a la CSS, recordó al sabio Lao-Tse, cuando dijo: “Un viaje de mil millas comienza con un primer paso”.
Gente viva acostumbrada a cortar el bacalao grande, sonríe mientras el corregimiento de Ancón se inunde de basura. Lo que importa es hacer japai con las APP, como ha ocurrido con el clan que domina el aeropuerto de Tocumen.
La seguridad sigue de capa caída. Bandas y pandillas dan clases en los barrios sobre el uso de armas, mercadeo de drogas, demarcación territorial y pago de “impuestos” a los Policías. ¿Será por ello que no agarran a nadie?
Cada día que pasa, crece más el “ejército de emputados” (gente iracunda) a causa de la tomadura de pelo. A muchos les prometieron empleo en el “Buen Gobierno”, pero luego les sonaron una trompetilla en forma insolente. ¡Jo!
Más “emputados” están los habitantes en la ciudad de Las Tablas, donde se va la luz a cada rato. Han vuelto al uso de guarichas y velas para alumbrarse, y empezaron a sonar pailas contra los gañanes en la empresa eléctrica.