El Dedo

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El Dedo

Por Niko Jones

  • El embajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, parece un personaje evadido de la Corte de los Milagros. Con poses de beato arrepentido, dice que está orando para que sea vendida La Estrella de Panamá, y pase a oros dueños.

 

  • Feeley, un enamorado de los helicópteros de combate, llegó a Panamá con el viejo manual del garrote y la zanahoria. Ahora combina fanatismo con intervención y la Cancillería panameña lo tolera. ¿Será un regreso a tiempos de la patria boba?

 

  • Es mejor que los rezos en Washington estén dirigidos a implorar por el inmediato cese de los bombardeos del Ejército Islámico en Siria, para que haya paz. Panamá debería elevar su voz contra el intervencionismo terrorista de EEUU.

 

  • Invitamos al embajador gringo a orar así: Señor, ten piedad, acaba con la satánica Lista Clinton, perdona las ofensas a los panameños, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal, por invadir a este país en diciembre de 1989. Amén.

 

  • Sin duda, el gobierno panameño calla en muchas cosas, como el crónico desabastecimiento de medicinas en la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud. Parece que todo su interés está en el jugoso proyecto de manejo de la basura.

 

  • El 2016 ha sido un año duro en la Educación: fracasos y embarazos a tutiplén. Para los arroceros, las cosas no están mejores. El comercio desleal los asfixia y aseguran que no se dejarán meter pelos hacia dentro por los importadores.

 

  • En medio de jamones y roscas de pan, se anuncian cambios en el Consejo de Gabinete, algunos lloran y otros sacan provecho al cargo, como en los últimos días de Pompeya. La fidelidad al tortuguismo también da premios y dividendos, ¿o no?

 

  • Papá Noel recibió este año un gran pedido de Navidad: pangas (botes) para el Sinaproc, y carros y mangueras para los bomberos. Funcionarios en las áreas de prevención y seguridad pasan el Niágara en bicicleta por temas presupuestarios.

 

  • La seguridad es un tema pendiente. Robos callejeros, asaltos en barriadas y hogares, el aumento ilegal en las tarifas en el transporte y la pasividad policial ante esos abusos demuestran la necesidad de construir un país sin tantos malandrines.

 

  • Hay un clamor para saber cuántos han sido condenados por la Justicia, tras el saqueo de las arcas del Estado en el gobierno de Martinelli. Lo raro es que la empresa Finmeccanica fue perdonada y regaló un helicóptero al actual gobierno.

 

  • ¿Qué más vendrá después del escándalo de los Papeles de Panamá y el caso Waked, en los que el varelismo ha hablado en voz baja? Washington no respeta a los sumisos, ni a los cobardes que actúan con mentalidad de waiters.

 

  • El pueblo panameño debe exigir que el 20 de diciembre sea fecha de duelo nacional. Panamá nunca debe renunciar al derecho a la reparación por el daño causado por los invasores. Un país sin dignidad, jamás será respetado por otros.

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