El Dedo
Por Niko Jones
Dicen que “Chapo” Guzmán tenía jugosas cuentas bancarias en Panamá y no lo pudieron pillar. Podría escribir un manual sobre cómo los “cocotudos” se fugan de la cárcel y toman aire fresco. Anótalo Ricardo Martinelli. Te servirá mientras vas al al Leattle Havana, en Gringolandia. Después, no sabemos. Los Mottita te están esperando en Panamá, pilluelo.
Una pregunta inocente; ¿qué pasaría si a un súper 99 se le cae un número y queda convertido en 69? Algunos piensan que sería una invitación a repasar el Kama Sutra. Otros, recuerdan el mensaje del maestro Kung Fu a su alumno, el Pequeño Saltamontes: “toma esta vara de bambú y cierra los ojos”.
Cuando Bill Clinton vino a Panamá, nadie le preguntó por el saxofón que puso a tocar a Mónica Lewinsky, la pasante de la Casa Blanca quien descubrió un nuevo uso para el habano en tiempos de bloqueo. El ex presidente promueve el uso de la energía sostenible para levantar cosas. ¡Gran idea Bill!
Misko Jones visitó la nueva cárcel y pregunto: ¿qué uso va a tener el dinero cautelado a los delincuentes de cuello blanco? Son más de 4.000 millones de “rúcanos” que el Estado panameño debe recuperar de manos de los corruptos. No se duerma en los laureles, señora Kenia Porcell. Haga su trabajo.
¿Qué pasó con las promesas oficiales de una canasta básica “a todo meter”? En una tienda de chinos, una vieja amenazó con llamar a la Acodeco, a causa de los altos precios, pero un paisano dijo; “¿Acodeco? ja, ja, ja, qué lisa me da. Ese chiste lo contaba Confucio, el que inventó la confusión”.
Y hablando de los paisanos, ¿será cierto, que el periodista Rubén Darío Murgas escribió en las paredes de la Gran Muralla China: “este pueblo es PRD”. Dicen que en Pekín probó las galletitas de la fortuna para ver qué depara el futuro al Partido de Omar. Eso se llama tener fe, Rubén.
En Uncurepa, siguen esperando el informe del Ministerio de Salud, sobre la calidad del agua embotellada que se vende en Panamá. Se piensa que del estudio realizado salgan “bellezas”, y no precisamente gotitas del manantial de la felicidad.
Tusko Jones preguntaba hace algunos días: ¿por qué los medios atacan a Venezuela y dejan a un lado las masacres contra los palestinos en el Cercano Oriente o la expulsión, a patadas, de refugiados en Europa? La respuesta de su mamá lo iluminó: “porque no todos somos iguales, pequeño samurái”.
¿Quién tendrá el negocio de revender las tapas de hierro que desaparecen en calles y aceras en la Ciudad de Panamá? Más de un cristiano tuvo accidentes a causa de esa bajeza. Es un caso para el Chapulín Colorado o su carnal Don Omar Pinzón.
En un mall, donde merodeaba sospechosamente un Santa Claus con cara de gay arrepentido, encuestaron a Niko Jones sobre el “Black Friday” y las ventas de fin de año. La respuesta fue siempre la misma: ¡no sé, ni me interesa!