Por Niko Jones
- El papa Francisco envió un rosario al ex presidente brasileño Lula da Silva a la celda de Curitiba en la que está preso. El mensaje papal es una voz de aliento para alguien como Lula, que encabeza todas las encuestas.
- En cambio, el Súper Agente 99, de la CIA, Ricardo Martinelli, recibió una camita y sábanas perfumadas en un hospital. Parece que en El Renacer le dieron a probar una pastilla azul que lo agitó demasiado.
- Panamá es un país de malditos. Si alguien duda, pregunten a Alex Medela, maldecido desde España por “Marion”. Varela maldijo a Martinelli y el “Loco” maldijo a De Roux, quien a su vez maldijo a Mulino. ¡Jo!
- Este país se cansó de circos pésimos en los que participan en escena actores políticos tan malos, que dan pena. En 1989, la crisis empezó cuando el G-2 le pegó a la mujer barbuda y a enanos del circo Hermanos Gasca.
- Las femeninas en el CD están bien adiestradas para tirarse lo que sea. A la renombrada jurista Alma Cortés le dieron su guascazo en el carnaval y a la ingeniera Balbina Herrera, del PRD, le dieron un botellazo. ¡Cuidado!
- Sidney Sittón hizo declaraciones ofensivas contra Balbina Herrera. Esa actitud no es de hombre, apreciado Sidney. Hay otras formas de debatir. No deje que el cheque de sus honorarios lo ciegue o enloquezca.
- Camacho le prestó el saco a Martinelli en la Corte Suprema. Eso se llama solidaridad entre “friends forever”. El gesto recordó una escena de la película “fuga en cadenas”, de dos prófugos: uno blanco y otro negrito.
- Vladimir Putin recibió a Varela en Moscú, lo observó con mirada de “hijoeputin” y percibió que el visitante venía de la tierra del seco herrerano. Mientras, en el Kremlin, alguien gritaba en ruso: ¡Tortugón está aquí!
- Dicen las malas lenguas que la delegación panameña en Moscú estuvo averiguando mucho sobre la vida del monje legendario Rasputín, el mismo que puso de vuelta y media al imperio del zar. ¿Para qué será?
- El show mediático en la Corte Suprema opacó el escándalo de los emplanillados en el gobierno. Pero, será difícil tapar el peculado en la Caja de Seguro Social (CSS), que podría alcanzar los 3.000 millones de dólares.
- En el reino de las tortugas, no todo es color de rosa. Hay gente que empieza a bajarse del barco. Temen que las aspas del abanico prendido salpiquen de caca. Es una pesadilla recurrente, como la de Freddy Krueger.
- Al igual que en la novela Papillon, el Sistema Penitenciario Nacional coloca varas de bambú en la entrada de la cárcel El Renacer, donde el “Loco” Martinelli reservó la suite de Noriega. Allí le incomodan los mirones.
- Mientras el gobierno pide 300 millones de dólares que no están en el presupuesto y la Policía Nacional cuida la cárcel, a la gente que ve el Mundial de Fútbol, los cacos le meten la mano en el bolsillo y gritan: ¡Gooooool!