El código abierto, un gran aliado en tiempos de Covid-19

El 44% de las empresas en Estados Unidos usa el código abierto para el desarrollo de aplicaciones. En América Latina, lo hace el 49% de las compañías encuestadas. En el caso de las bases de datos, el porcentaje de usabilidad alcanza el 39% en Estados Unidos y el 43% en Latinoamérica.

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El código abierto contribuye a un mayor número de conexiones de usuarios en la red.

Nota informativa

El Centro Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha realizado una recopilación de herramientas tecnológicas basadas en códigos abiertos, como una respuesta concreta a la emergencia sanitaria mundial provocada por la pandemia de Coronavirus (Covid-19).

De hecho, el código abierto es un modelo de desarrollo de software fundamentado en la colaboración abierta. Se enfoca más en los beneficios prácticos (acceso al código fuente) que en cuestiones éticas o de libertad que tanto se destacan en el software libre. En la actualidad, tiene implicaciones para millones de personas conectadas a Internet en todo el mundo.

El concepto fue utilizado por primera vez en 1990 en comunidades de software libre, tratando de usarlo como reemplazo al ambiguo nombre original en inglés del software libre (free software). Lo cual implica “software que podemos usar, escribir, modificar y redistribuir libremente”.

De acuerdo con un informe del PNUD, esas soluciones previstas, en el contexto de la pandemia, con el uso de esta herramienta, se dividen en cuatro áreas:

  1. Monitoreo de la enfermedad para identificar la propagación de Covid-19 en una sociedad.
  2. Prevención y contención, desarrolladas con el fin de minimizar el contagio.
  3. Diagnóstico, para que ciudadanos y gobiernos confirmen los casos presentados.
  4. Recuperación, como su nombre lo indica, creadas para apoyar a los gobiernos y sociedades en la recuperación de la enfermedad.

Un caso puntual, por ejemplo, es el aplicativo TraceTogether de la Agencia de Tecnología del Gobierno de Singapur, GovTech, que para su desarrollo contó con el acompañamiento de Red Hat, que ofrece soluciones de tecnología de la información (TI) empresariales de código abierto.

También en Asia, exactamente en China, se valieron de las ventajas del código abierto para desarrollar un aplicativo que facilite el intercambio de información entre los proveedores de recursos y clientes potenciales como hospitales y organismos de socorro.

En la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, un equipo de expertos en Salud desarrolló una herramienta que estima el impacto del Covid-19 en las ciudades.

Debido a las aplicaciones de código abierto, el proyecto de la Red Nacional de Salud Digital del MSAL, en Argentina, entrega un acceso equitativo a la información y a los servicios sanitarios, mejora la seguridad del paciente, brinda información más detallada de los indicadores nacionales de Salud y acelera los servicios de infraestructura a través de su nube.

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