Por Cecilio E. Simon E.
Docente universitario
Redacción de Bayano digital
Los trabajadores de la educación, estamos sometido a la explotación extrema del neoliberalismo y a la atención «bancaria» de los discentes. No importa la violación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece el derecho a la educación para “el pleno desarrollo de la personalidad humana” (artículo 26). Al contrario las élites y sus Estados catalogan a los estudiantes pobres, como «estúpidos» y los somete a la educación digital carente de contenido, como publicara The New York Times.
El portal LosRecursosHumanos.com reprodujo el extenso artículo de The New York Times titulada “La educación digital es para los pobres y los estúpidos”. La publicación dice directamente, que la digitalización actual va dirigida a la masa social más baja; clase media y pobres, o cómo la elite empieza a huir del mundo digital.
El artículo describe que la clase alta de los Estados Unidos no sólo rechaza todos los servicios de la economía digital sino también los teléfonos inteligentes, las compras en línea, las redes sociales y más. Las escuelas que utilizan dispositivos electrónicos también son evitadas por la elite formada por las familias más poderosas en Estados Unidos.
El modelo neoliberal de educación en casa, impuesto a los pobres y a la clase media, elude la responsabilidad del Estado de garantizar las condiciones mínimas del derecho a la educación que corresponda al conocimiento científico, humanista y artístico de actualidad.
Durante la pandemia cada casa una escuela, constituye un enfoque desviacionista del derecho a la educación, con una limitada transmisión de conocimiento (Vientos del Sur, la Educación en Casa)
La degradación del derecho de los trabajadores de la educación, acompaña a la de los estudiantes. El Estado se releva de todas sus responsabilidades formativas y de dotación de los recursos tecnológicos. El traslado mecánico de la educación presencial a la no presencial somete a los docentes a la esclavitud tecnológica y a presiones, para vaciar el pensamiento crítico del contenido de sus asignaturas. Para las autoridades educativas ¡Lo importante es “salvar el año”!
No se ha creado conciencia en la comunidad educativa, que el descanso y disfrute del tiempo libre, están consagrados en el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Artículo 24.
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
No hay horarios, fines de semana, ni disfrute en familia del tiempo libre. La atención a los estudiantes debe ser 24/7, de lo contrario el docente es sometido al escarnio en las redes sociales
Con el disfraz de la pandemia y las riendas sueltas del neoliberalismo, las élites y sus Estados consideran, en nuestros países, a millones de estudiantes pobres y de capas medias “estúpidos” y a los trabajadores de la educación esclavos tecnológicos.
