Nuestra Organización se une a la preocupación y malestar del pueblo panameño ante las graves actuaciones en que ha incurrido el presidente Juan Carlos Varela, que se han manifestado a lo largo de su gobierno y en los últimos días, a saber:
*La declaración del Presidente de la República en incluir a nuestro país en la Coalición encabezada por USA contra la ISIS, que representa a nuestro entender una Declaración de Guerra que viola flagrantemente nuestra Constitución Nacional ya que para esto debe pedir autorización a la Asamblea Nacional de Diputados, lo que representa una extralimitación de sus funciones, además de violar el Tratado de Neutralidad, exponiendo el funcionamiento del Canal de Panamá y peor aún, poner en riesgo la vida de todos los panameños ante posibles incursiones o atentados de estas fuerzas llamadas Terroristas.
*La subordinación del gobierno Nacional ante al gobierno de los Estados Unidos
para atacar y mancillar al Estado Bolivariano de Venezuela, violando el sagrado principio de autodeterminación de los pueblos, en una clara intromisión directa en los asuntos internos de ese país y terminando con la práctica, que ha sido el papel histórico, de nuestra nación como promotor de paz.
*La fallida actuación de la Procuraduría General de la Nación al no respetar el debido proceso, y de algunos jueces en negarse a reconocer los casos de corrupción, como “casos complejos”. Las amenazas de banqueros, empresarios, medios de comunicación y demás (declaraciones públicas de la Procuradora Kenia Porcel) que ha permitido que muchos de estos casos, por tecnicismos jurídicos lleven a la Corte Suprema de Justicia a dictar el sobreseimiento de quienes evidentemente actuaron para enriquecerse aún más, afectando terriblemente el futuro de nuestros hijos, en cuanto que, dicho dinero debió utilizarse para mejorar la calidad de vida, educación y salud de los mismos.
*La intromisión del Órgano Ejecutivo en el Órgano Judicial, al declarar públicamente, que había hablado con el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ayú Prado, solicitándole destituciones y renuncias a servidores judiciales o de lo contrario se atendrían a las consecuencias; violando claramente la Constitución Nacional, en lo referente a la separación de poderes.
*La negociación del TISA, el cual permite que ejerzan profesionales extranjeros en empresas transnacionales en nuestro país solo con la acreditación de la idoneidad originada en su nación, sin seguir los requisitos que, en algunos casos excepcionales, se admiten temporalmente según nuestra legislación. Esta liberalización atenta con nuestros profesionales y las aspiraciones de los mismos; pero lo que más lesiona este acuerdo, es la integridad nacional ya que permite a estas empresas administrar los servicios públicos que actualmente realizan las instituciones del Estado (el agua, los servicios al Canal de Panamá, la transmisión eléctrica entre otros), esto es una clara renuncia a preservar el interés por garantizar que dichos servicios sean en beneficio de todos los panameños.
*El alto costo de la vida, la actuación de intermediarios que encarecen los productos, la importación de productos agrícolas que amenaza a los productores y por ende a la producción nacional, con el debido peligro de no avalar la seguridad alimentaria del pueblo panameño.
*La inseguridad galopante, la deficiente educación, la crisis del transporte, el deficiente servicio de salud, la inmigración incontrolada, el aumento de la pobreza, la corrupción aun impune y galopante, el deterioro del medio ambiente, la baja en la economía, son algunas demostraciones de la incapacidad de este gobierno y sus aliados del sector de la sociedad civil que han llevado a una indefensión que puede terminar en situaciones que después lamentaríamos.
*Por todo lo antes expuesto, nuestra organización hace un llamado al pueblo panameño y a las organizaciones sociales, a movilizarnos y utilizar los recursos democráticos posibles a fin de forzar a que los tres órganos del Estado actúen en concordancia con la Ley, necesidades, intereses y aspiraciones del pueblo.