Despedida a un valeroso patriota

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Víctor "Vitoto" Alvarado. (Foto de Archivo).

“¿Qué cómo fue, señora…?
Como son las cosas cuando son del alma…”

Del poema anónimo El Duelo del Mayoral


Por Javier Medina Alba

El 1 de septiembre, en la ciudad de Panamá, partió hacia el altar de los héroes de la patria, el camarada y comandante Víctor Florencio Alvarado Araúz, el entrañable “Vitoto”, con la plena convicción de que quienes le sobrevivimos continuamos las arduas tareas que emprendimos hace décadas.

Esas tareas, cuyas responsabilidades compartimos en momentos decisivos, están dirigidas a perfeccionar la justicia social, la soberanía y la autodeterminación, hasta lograr la verdadera independencia nacional y, con ella, la ansiada Patria Liberada.

Bayano digital se une al sentimiento de miles de panameños que se levantan con aplausos cerrados, desde las trincheras, en medio de la lucha sanitaria contra el Covid-19, frente al cortejo organizado en memoria de “Vitoto”.

Víctor Florencio Alvarado Araúz nació en Panamá el 15 de enero de 1947. Fue hijo de Jorge Arturo Alvarado y Aura Araúz Montenegro. Se graduó de Bachiller en Ciencias en el Instituto Justo Arosemena y de Licenciado en Economía en la Universidad de Panamá.

Desde muy joven, se incorporó a las luchas populares y participó en organizaciones antimilitaristas, antioligárquicas y antimperialistas, y sobresalió como internacionalista e incansable defensor de los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos.

En la adolescencia, militó en la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP) y protestó contra la intervención de la Policía colonial y las tropas del Comando Sur, en la antigua Zona del Canal, durante los sucesos de enero de 1964.

En 1968, tras el golpe de Estado, se incorporó a lucha armada contra los golpistas y cayó prisionero. No obstante, fue liberado de la cárcel en 1969.

De carácter fuerte, pero con la sensibilidad humana del enamorado eterno, fue un vigoroso integrante de la Unión de Estudiantes Universitarios (UEU). Sobresalió en la lucha del Frente de Reforma Universitario por una Universidad popular y democrática, y respaldó el proyecto de liberación nacional dirigido por el general Omar Torrijos para la descolonización del país.

Colaboró con Omar Torrijos y el Ingeniero Ascanio Villalaz Paz en la ejecución del Proyecto de Desarrollo Integral del Bayano, que incluía la electrificación de regiones excluidas en Panamá. Participó en la planeación y formación de los Asentamientos Campesinos y en otros proyectos de contenido popular, para sacar al país del subdesarrollo. Asimismo, acompañó al general Torrijos en la fundación del Partido Revolucionario Democrático (PRD).

“Vitoto” enfrentó con gallardía a las tropas estadounidense durante la invasión a Panamá, en diciembre de 1989. Organizó junto a otros dirigentes políticos el grupo “Ascanio Villalaz Paz”, orientado al pensamiento crítico y a la acción transformadora, y se desempeñó como combatiente del Movimiento Revolucionario Torrijista (MRT) y del Comité Pro Rescate y Defensa de la Soberanía Nacional.

Sin duda, deja a las nuevas generaciones el legado de un luchador infatigable por la Justicia Social. Entre sus méritos, figuran las distinciones como integrante sobresaliente de la Confederación Nacional de Padres de Familia y precursor de las futuras bases de la Academia para Padres de Familia en Panamá.

“Vitoto” fue un amigo histórico de la Revolución Cubana y descolló en la Coordinadora Nacional de Solidaridad con Cuba, la Coordinadora de Solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela, en el Círculo Bolivariano de Panamá Este, en la Sociedad Bolivariana Panamá Oeste-Bolívar, y en las organizaciones de amigos de la Revolución Popular Sandinista y del Estado Plurinominal de Bolivia.

Es justo y necesario resaltar sus valores humanos y solidarios como admirable hijo, hermano, padre, esposo, abuelo, amigo, compañero, colega y patriota. Aplaudimos su paso por esta tierra, donde aprendimos a conocerle y compartir una amistad sincera.

Con la paciencia y la sabiduría de quien se sabe un revolucionario cabal, “Vitoto” decidió su despedida el 7 de septiembre, ajustando los tiempos, para armonizar la ceremonia con la conmemoración número 43 de la firma de los Tratados Torrijos-Carter. En el altar de la patria, donde habitan los inmortales, encontrará al “Viejo” (Omar), en posición de firme y con un patriótico saludo militar. No podría ser de otra forma.

¡Hasta luego comandante Víctor!

¡Hasta la victoria siempre!

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