Las acciones del mandatario en medio a la pandemia ponen la vida de los brasileños en riesgo, señalan en la denuncia
Caroline Oliveira
Traducción: Luiza Mançano
La denuncia presentada demanda que la Corte investigue la conducta del mandatario. “Por acción u omisión, Bolsonaro pone la vida de la población en riesgo, perpetra crímenes que exigen la actuación de la Corte Penal Internacional para proteger a la vida de miles de personas”, afirman los juristas en el documento presentado por los abogados brasileños Ricardo Franco Pinto y Charles Kurmay.
En la denuncia, los juristas enumeran la serie de acciones realizadas por el mandatario que disminuyen la gravedad de la pandemia y contradicen las recomendaciones de autoridades sanitarias en todo el mundo.
Entre estas acciones, están sus discursos oficiales que estimulan el fin del aislamiento social y el regreso a las actividades en colegios y comercios; la campaña oficial “Brasil no puede parar”; su participación en actos públicos que generan aglomeraciones públicas; y el decreto que determina la reapertura de iglesias y tiendas de lotería durante la pandemia.
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“Los crímenes cometidos afectan severamente la salud física y mental de la población brasileña, exponen a diversos segmentos a un virus letal y que tiene una brutal capacidad de proliferación, como ya se demostró en diversos países. En los lugares donde se desatendió a la política de cuarentena se incrementó el impacto de la pandemia, como en Italia, España y Estados Unidos”, afirma la nota.
El Estatuto de Roma (Decreto 4.388/2002), que guía la actuación de la Corte Penal Internacional, está incluido en el ordenamiento jurídico brasileño tras su aprobación en el Congreso Nacional.
“La internacionalización de la cuestión y un pronunciamiento de la Corte son urgentes y necesarios. Salvo excepciones, Brasil es el único país que cuenta con un presidente que aboga contra sus propias determinaciones legales y las de organizaciones internacionales. No se puede aceptar lo que está pasando en Brasil, es decir, la total impunidad de Jair Bolsonaro, que es el principal factor que incrementa y escala la práctica de nuevos crímenes”, concluye la nota.